GUATEMALA. Todavía era presidente porque en el Congreso aún no se votaba la aceptación de su renuncia y Otto Pérez Molina no se aguantó las ganas de exprimir el último gajo del poder: “Como presidente de la República tenía muchas herramientas a mi disposición, para hacer muchas cosas, desde salir del país, un asilo político, no dejar que se llevara este proceso, desde expulsar a la misma CICIG (Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala), de pedir el cambio del comisionado, o sea, tuve miles de herramientas y decidí enfrentar las cosas con valentía, con honor, con dignidad y es como creo que es como debemos de enfrentar los guatemaltecos”.

 

Otto Pérez pidió a los guatemaltecos rezar “para que Guatemala pueda salir adelante, que los que creyeron en mí no los defraude”.

 

Con tono estoica, Pérez Molina dijo que “es lamentable esta situación que toca vivir, pero que estoy dispuesto a enfrentarla como siempre lo he hecho y siempre he dado la cara.

 

Guatemala debe seguir trabajando de forma aunada, conjunta respetando los procesos dejando por un lado los odios, los rencores, dejando a un lado las grandes diferencias que existen en el país lamentablemente y que nos han hecho un país el más desigual de América y casi todo el mundo”.

 

Y Otto concluyó la entrevista tal vez con el conocimiento de que en pocos minutos, desde el Congreso, saldría la noticia de que sí, que los diputados le aceptaban su renuncia como presidente. Ahora, Otto ya no es presidente.