BRUSELAS.  “Si un Estado miembro no participa (en el mecanismo correctivo de reparto) deberá apoyar a los que sí lo hacen”, explicó en rueda de prensa el vicepresidente primero de la CE, Frans Timmermans, quien consideró que el pago de esta cantidad es una forma de “solidaridad” mediante financiación.

 

La CE había marcado como referencia el pago de seis mil euros por refugiado al país de acogida en sus medidas anteriores de reubicación.

 

Fuentes comunitarias reconocieron que esta cifra de 250 mil euros se ha calculado teniendo en cuenta los gastos que supone ese trasladado de solicitantes de asilo, pero también se ha decidido que sea tan elevada para incluir un “elemento disuasorio” y motivar el que todos los países de la UE participen en el nuevo mecanismo.

 

El pago por la no participación ya se había ofrecido como posibilidad en el marco del mecanismo temporal anterior para la reubicación de 160 mil personas desde Grecia a Italia, pero es la primera vez que se permite sin tener que demostrar unas circunstancias que impidan participar en el sistema, como por ejemplo un nivel elevado de desempleo en el país.

 

Esta medida forma parte de la reforma del reglamento de Dublín, que rige el sistema europeo de asilo, que ha aprobado el colegio de comisarios de la UE.

 

Ese mecanismo correctivo, que permitirá que los países más presionados, como ahora Grecia e Italia, repartan la carga con sus socios comunitarios, será activado de forma automática cuando se rebase 150% de su capacidad de acogida, que será calculada en función de la población y del PIB (con un peso del 50% cada uno).

 

El excedente de refugiados que no pueda asumir el país con problemas se repartirá entre los demás Estados miembros también en función del PIB y de la población, aunque además se tendrá en cuenta el reasentamiento de refugiados desde países terceros que haya realizado cada país.

 

En tanto, el gobierno de Turquía se mostró satisfecho con la propuesta de la Comisión Europea de permitir a los turcos viajar a la UE sin visado a partir de junio, una medida que Ankara cree debería haberse aprobado hace tiempo y que espera sea un paso hacia la pertenencia al club comunitario.