Foto: @SCJN/ Facebook En la ceremonia recibieron reconocimientos 539 servidores públicos, entre ellos los Ministros José Ramón Cossío Díaz y Norma Lucía Piña Hernández, quienes cumplieron 20 y 30 años de servicio, respectivamente  

La independencia judicial no es una prerrogativa ni un privilegio en beneficio de los juzgadores, sino un requisito para que puedan ejercer su función de guardianes del Estado de derecho, de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas, sostuvo el Ministro Luis María Aguilar Morales, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF).

 

Durante la entrega de reconocimientos por antigüedad a servidores públicos del Alto Tribunal, afirmó que en todo Estado de derecho hay un Poder Judicial fuerte e independiente, y que esa independencia es resultado del principio democrático de separación de poderes, en virtud del cual los poderes ejecutivo, legislativo y judicial constituyen tres ramas separadas e independientes del Estado.

 

“La independencia del Poder Judicial debería ser considerada por todos los ciudadanos como una garantía de verdad, libertad, respeto de los derechos humanos y justicia imparcial, libre de influencias externas”, expuso el Ministro Presidente en el Área de Murales del edificio sede de la SCJN.

 

Ante Ministros del Tribunal Constitucional y Jesús Gilberto González Pimentel, Secretario General del Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial de la Federación, el Ministro Aguilar Morales exhortó a los servidores públicos de la SCJN y del Poder Judicial en su conjunto, a seguir trabajando unidos, hombro con hombro, con plena convicción, para lograr que en México el cumplimiento de la Constitución sea la regla.

 

“Cumplamos con la Constitución y los principios y derechos humanos que contiene, para que todo el entramado institucional del Estado esté al servicio de la gente, trabajando hombro con hombro, en el marco de nuestras atribuciones, para vivir con paz, con seguridad, con respeto, con dignidad. Hagamos lo que nos corresponde; hagámoslo por México. Somos guardianes de la Constitución, y ante una violación a lo que dispone nuestra Carta Magna no debe caber compromiso alguno y sí acciones de defensa de la Ley Suprema”, manifestó.

 

Consideró que México requiere, hoy más que nunca, de la seguridad jurídica que deriva no sólo de una impartición de justicia regida por los principios de excelencia, objetividad, imparcialidad, profesionalismo e independencia, sino de la actuación de todos servidores públicos en apego a la Ley fundamental.

 

“Como servidores públicos, somos corresponsables de fortalecer la cultura de la legalidad, y eso nos obliga a interiorizar, como punto de partida, los principios fundamentales contenidos en la Constitución y en los tratados internacionales, destacando, entre ellos, el derecho de toda persona a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial, y por juzgadores independientes que gocen de las garantías necesarias para su correcta actuación”.

 

La entrega de reconocimientos señaló, es un significativo testimonio de la mayor gratitud al capital humano; a 539 trabajadores —255 mujeres y 284 hombres—, por periodos de entre 10 y 50 años de servicio en el Poder Judicial, y particularmente en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a la que han enriquecido con su perseverancia, su compromiso, su profesionalismo y su lealtad.

 

El Ministro Presidente los felicitó y les expresó su mayor reconocimiento y gratitud, lamentando no poder mencionar, con sus nombres y apellidos, a todos y cada uno de ellos, por razones de tiempo, sino solo a quienes cumplieron una mayor cantidad de años de servicio.

 

“Quiero entonces, comenzar por hacer una mención especial al señor Ministro José Ramón Cossío Díaz, quien cumple 20 años de servicio, y cuyo periodo constitucional como Ministro en activo en este Alto Tribunal está por concluir, y a quien pido que le brindemos nuestro mayor reconocimiento. Muchas gracias, señor Ministro.

 

“La Ministra Norma Lucía Piña Hernández recibe la distinción por 30 años de servicio, y con el mayor afecto la felicito, por su vocación como jueza constitucional, que ha refrendado desde su reciente incorporación como integrante del Pleno de este Alto Tribunal; recibe mi afectuoso reconocimiento, señora Ministra y amiga”, destacó.

 

El Ministro Presidente dijo a todos los servidores públicos del Alto Tribunal que son el alma de la SCJN, y que gracias a ellos y a su labor cotidiana se construye y se lucha por consolidar un Poder Judicial que cumpla con sus atribuciones en beneficio de la sociedad, de la mejor manera posible.

 

“De cada uno de ustedes depende la preservación y el fortalecimiento del Estado de derecho. Y si aspiramos a preservar y consolidar el Estado de Derecho, debemos partir del fortalecimiento de la cultura del cumplimiento de nuestra Ley Fundamental, y proseguir así con nuestra labor como servidores públicos. Somos guardianes de la Constitución, y ante una violación a lo que dispone nuestra Carta Magna no debe caber compromiso alguno y sí acciones de defensa de la Ley Suprema”.

 

Todos somos servidores y guardianes de la Ley Suprema, para poder ser libres, para poder vivir en paz, para poder vivir en un Estado de Derecho, en el que se protejan los derechos humanos de todos, sin distinción, y sin discriminación, justiciables y juzgadores, agregó.

 

Al entregar los reconocimientos, el Ministro Presidente le expresó la mayor gratitud por su profesionalismo y por su lealtad inquebrantable a María Bertha Fernández García de Acevedo, Secretaria General de la Presidencia, quien cumplió 30 años de servicio.

 

También felicitó a Úrsula Hernández Maquivar, Presidenta y Tercera Integrante de la Comisión Substanciadora Única del Poder Judicial de la Federación; a Héctor Arturo Hermoso Larragoiti, Director General de Casas de la Cultura Jurídica, y al licenciado Carlos Rodolfo González y Ferro, quienes han cumplido 25 años de servicio.

 

Hizo un reconocimiento especial a Virginia Fernandina González, adscrita a la Dirección General de Casas de la Cultura Jurídica; María Guadalupe Morales Barajas, que se desempeña en la Unidad General de Transparencia y Sistematización de la Información Judicial; Clotilde Olvera Pioquinto, adscrita a la Secretaría de Acuerdos de la Primera Sala; Juan Manuel Ortiz de Lira, de la Subsecretaría General de Acuerdos; a Margarita Valdez Robles, taquígrafa judicial parlamentaria, y a María Antonieta Valencia Aceves, quien está adscrita a la Coordinación de Compilación y Sistematización de Tesis, todos ellos con 40 años de servicio.

 

Felicitó además a Miguel Ángel Ramírez Ortega, profesional operativo en la Coordinación de Compilación y Sistematización de Tesis; a Patricia María de Lourdes Reséndiz Páramo, profesional operativa en la Ponencia de la Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos; Refugio del Carmen Tierranueva López, y a María Alicia Urrea Guillén, quienes cumplieron 45 años de servicio.

 

“De manera muy especial, con la mayor relevancia, quiero expresar mi mayor reconocimiento y gratitud a Rosa María Vanegas; a María Jiménez Pérez, adscrita al Centro de Documentación y Análisis, Archivos y Compilación de Leyes; y a José Moisés Peña Tello, Oficial de Servicios, en la Dirección General de Infraestructura Física. Ellas y él han cumplido 50 años al servicio del Poder Judicial de la Federación. Es para mí un honor que estén ustedes con nosotros; muchas gracias, muchas felicidades”, expresó.

 

El Ministro Presidente sostuvo que los trabajadores del Poder Judicial de la Federación son guardianes del Estado de derecho, que es aquél donde se cumple con la Constitución y las leyes; se tutelan los derechos humanos y se consolida la democracia; en un Estado de derecho se vive en paz; se combate la corrupción; se vive sin discriminación y con eso se erradica la violencia en contra de la mujer; se garantiza el interés superior de la niñez; se defiende la soberanía nacional; se protege al inocente y el culpable no queda impune.

 

“En un Estado de derecho, por tanto, florece y se desarrolla la cultura de la legalidad”, puntualizó.

 

DPC