Foto: Reuters "Las sanciones a Irán son muy fuertes. Son las sanciones más fuertes que ha impuesto jamás nuestro país",  

Con el objetivo de que Irán detenga su programa nuclear y el desarrollo de misiles balísticos, el Gobierno de EU aumentó las sanciones que aplicó, luego de que en mayo Donald Trump anunció la salida del pacto firmado por su antecesor Barack Obama, en 2015.

Esta nueva batería de sanciones, la segunda contra Irán por parte del Ejecutivo estadounidense desde agosto, tendrá en su punto de mira los sectores energético, financiero y naval de la República Islámica, y penalizará a las empresas de todo el mundo que compren petróleo iraní.

“Las sanciones a Irán son muy fuertes. Son las sanciones más fuertes que ha impuesto jamás nuestro país”, dijo ayer el presidente estadounidense, Donald Trump, en declaraciones a los periodistas.

El carácter extraterritorial de las sanciones ha forzado ya a muchas empresas de otros países fuera de EU a abandonar sus negocios y contratos en Irán, como la petrolera francesa Total.

La reanudación de las sanciones es una consecuencia de la decisión de Trump, de retirar a EU del acuerdo nuclear con Irán de 2015.

El resto de firmantes de ese pacto –Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania– están buscando fórmulas para salvar el acuerdo y mantener el comercio y las compras de crudo iraní.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, minimizó ayer el riesgo de que el aumento de la presión financiera por parte de EU lleve a Irán a impulsar de nuevo su programa nuclear y abandonar sus compromisos bajo el pacto de 2015.

Pompeo explicó el viernes que EU planea eximir de manera temporal de ese castigo a un máximo de ocho países o “jurisdicciones” territoriales, que en los últimos tiempos han trabajado para “reducir a cero” sus importaciones de petróleo del país persa.

Pompeo no identificó los países que se beneficiarán de la exención durante seis meses, pero se espera que entre ellos estén China, India, Japón y Corea del Sur, según The New York Times.

En la primera tanda de sanciones, que entró en vigor el 6 de agosto, se retomaron las restricciones a la compra de billetes de dólares estadounidenses por parte del Gobierno de Irán, la adquisición de deuda iraní y al comercio de oro y otros metales preciosos, entre otros.

Con motivo de esta segunda ronda, el Departamento del Tesoro estadounidense incluirá más 300 nuevas entidades a su lista negra, aparte de otras 400 que volverán a ella tras haber salido en 2015 cuando se puso fin a las sanciones con Irán, en virtud de la firma del acuerdo nuclear, conocido como Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés).

A pesar de esta campaña de presión, Irán lejos de amedrentarse puso en duda en la última semana la viabilidad de las sanciones, y su presidente, Hasan Rohaní, opinó que Washington podría estar considerando dar “marcha atrás” en su decisión.

Y minimiza amagos de Corea del Norte

El secretario de Estado de EU, Mike Pompeo, minimizó la amenaza de Corea del Norte de reanudar su programa nuclear si Washington no hace concesiones en el diálogo bilateral, y anunció que se reunirá esta semana en Nueva York con el responsable de la inteligencia norcoreana, Kim Yong-chol.

Pompeo restó importancia a la advertencia planteada este sábado por Piongyang, que amenazó en un comunicado con reactivar su programa atómico “si Estados Unidos mantiene su comportamiento arrogante sin mostrar ningún cambio en su posición”.

“No me preocupa la retórica, es algo que hemos visto a medida que avanzamos en las negociaciones”, dijo ayer Pompeo en una entrevista con la cadena de televisión estadounidense Fox News.

“Sabemos con quién estamos negociando, y el presidente Trump ha dejado su posición muy clara: no habrá alivio económico (para Corea del Norte) hasta que hayamos logrado nuestro objetivo final”, agregó, en aparente referencia a la desnuclearización del país.

El responsable de Exteriores estadounidense se mantuvo así firme en la negativa de Washington a suavizar sus sanciones económicas hasta que se complete el proceso relativo al programa nuclear norcoreano, pese a las peticiones de Piongyang de que EU levante progresivamente esas restricciones.

LEG