Los contratos para el nuevo aeropuerto no tienen vida segura.

Carecen de muchas garantías, pues.

Dice un extenso análisis acreditado a la Barra Mexicana Colegio de Abogados, llegado al equipo del futuro gobierno de Andrés Manuel López Obrador y bajo análisis con lupa por Javier Jiménez Espriú:
El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM, administrador del fideicomiso de construcción) “tiene un amplio margen discrecional para dar por terminados los contratos de obra”.

Ese organismo, ahora dirigido por Federico Patiño, puede dar por concluidos los compromisos cuando así lo requiera y los proveedores pueden exigir sólo algunos pagos.

La razón principal sería por “trabajos ejecutados a la fecha en que se declara la terminación”.

O bien por “gastos no recuperables, siempre que éstos sean razonables, estén debidamente comprobados y se relacionen directamente con el convenio”.

Esta información es relevante, pero hay una cláusula con la cual podrían darse por concluidos los trabajos:
“Existen bases para argumentar en caso de que el Ejecutivo no incluya disponibilidad presupuestal en el proyecto del presupuesto de egresos…”.
Y dé usted por seguro: López Obrador no está dispuesto a aprobar partidas en el proyecto de egresos del año próximo.

LEJOS DE LAS OBRAS DEL ESTADO

Pero el Presidente electo no quiere recurrir a la compulsión.

En lugar de ello, es público el diálogo iniciado con los contratistas y al parecer ellos están dispuestos a acatar la orden gubernamental a partir de diciembre bajo una disyuntiva:
-Es aceptar las nuevas condiciones o la nada.

Y la nada, explican al reportero, es marginarse de la obra pública durante todo el sexenio.

Les quedaría el derecho de recurrir a las leyes, a los tribunales, pero con enormes pérdidas de dinero, de tiempo, de litigios sin fin y de desprestigio.
Pero si algún empresario optara por esta vía, el equipo de Andrés Manuel López Obrador y su pilar jurídico Julio Scherer Ibarra usarían dos causales asentadas en los contratos:
-Razones de interés general.

-Y “causas justificadas que impidan la continuación de los trabajos y se demuestre que -de continuar con el cumplimiento de las obligaciones pactadas- se ocasionaría algún daño o perjuicio al Estado”.

Justo la visión de López Obrador.

TV AZTECA ALARGA SU VIDA A 2042

La empresa televisiva de Ricardo Salinas Pliego tiene nuevo impulso.
A su llegada a la Dirección General de TV Azteca, Benjamín Salinas recibió la encomienda de gestionar la renovación de las concesiones de sus 179 canales.

Las explotará por lo menos 20 años más, hasta 2042.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) no tuvo inconveniente porque recibió el aval favorable de distintas autoridades, entre ellas de las Secretarías de Hacienda y de Comunicaciones y Transportes.

Cumplió con todos los requisitos y algo destacable: el erario recibirá tres mil 879 millones de pesos, más de dos veces el cobro pedido al Grupo Imagen, de mil 808 millones.

La renovación de la concesión por 20 años más iniciará el 1 de enero de 2022.

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