Foto: Especial "No sé si es un defecto o es lo que me ha ayudado a salir adelante y avanzar rápido. Me gusta resolver problemas, donde los veo me meto de lleno a tratar de solucionar cosas. Yo digo que soy metiche y esa curiosidad fue la que me hizo involucrarme de lleno en el mundo financiero"  

Por Ana Luisa Ochoa

¿Algunas vez has solicitado un préstamo en línea? ¿Haz pedido dinero para hacer un proyecto vía internet? o ¿le haz donado dinero a alguien para que termine un proyecto artístico, nada más porque crees que lo merece?

Seguramente muy pocos lo hemos hecho, pero lo que aún resulta ajeno para muchos, cada día es, y será, más común. Hoy estamos en el mundo de las fintech o “finance technology”, que es el término que se utiliza para denominar a las empresas que ofrecen productos y servicios financieros, haciendo uso de tecnologías de la información y comunicación, como páginas de internet, redes sociales y aplicaciones para celulares.

De esta manera, las empresas logran que sus servicios sean menos costosos y más eficientes que los que ofrece la banca tradicional, lo que les permite contar con tasas más atractivas para sus clientes y usuarios.

Este es el mundo en el que se mueve Marlene Garayzar desde hace cinco años, y al que ha trasladado toda la experiencia que ha ganado en los 15 años en los que se ha desarrollado en el ámbito de las finanzas empresariales, primero en Peugeot, y después en GE Capital, en donde trabajó y aprendió de muchas áreas, y donde ha desarrollado su ámplia experiencia en el riesgo y la cobranza, fundamentales para el negocio que hoy comanda: el otorgamiento de créditos.

Todo por “metiche”

Marlene siempre soñó con ser embajadora, y para eso estudió Relaciones Internacionales en el Tecnológico de Monterrey. Pero… los caminos de la vida nunca son lo que uno piensa, y aquella estudiante, que incluso estudió en Francia Ciencias Políticas mientras trabajaba en la embajada de México en aquel país, regresó a México e ingresó a la firma automotriz Peugeot, en el área financiera, con el objetivo de impulsar la venta de autos; fue ahí donde la diplomática quedó a un lado, y surgió la financiera que hoy conocemos.

“No sé si es un defecto o es lo que me ha ayudado a salir adelante y avanzar rápido. Me gusta resolver problemas, donde los veo me meto de lleno a tratar de solucionar cosas. Yo digo que soy metiche y esa curiosidad fue la que me hizo involucrarme de lleno en el mundo financiero”.

Para llegar a la posición que hoy ocupa en la que es VP Head of Operations de Credifranco, una startup mexicana cuya misión social es buscar la inclusión de los menos favorecidos en los servicios financieros, Marlene Garayzar ha estado “cureoseando” en gran parte de las áreas de la organización: desde ventas, visitando concesionarias y apoyando a los vendedores en créditos para sus clientes, hasta escuchando las necesidades del mercado:”Tratar con la gente, con los clientes, cara a cara, te cambia la perspectiva; ya no son solo numeritos, como se ven en el corporativo, por eso, y otra vez por metiche, desarrollé un plan. Mi jefe me mandó a la parte de operaciones y me nombró responsable de cobranza y riesgo operativo, y riesgo menudeo”.

A aprender en Letonia

Después de nueve años en Peugeot, Garayzar se incorporó a GE Capital por tres años. Al venderse la compañía, recibió un oferta que desde ese momento transformó su carrera, la de una empresa inglesa, una Fintech: “No tenía la menor idea de lo que eso era ni significaba, y otra vez por la curiosidad, empecé a investigar y me encantó el sistema. Siempre había vivido modelos tradicionales; sin embargo, sí soy usuaria de plataformas y eso me hizo todo el sentido.

“Prestar dinero en línea, hacer finanzas en línea me hizo todo el sentido, y como no sabía nada, dije: sí quiero. Tomé la oportunidad y me fui a una fintech europea, de Letonia, como responsable de cobranza; era una startup con presencia en 16 países. Mi primer día de trabajo fue en Letonia, conocí a mis compañeros en el aeropuerto y después de un trainning de 10 días, nos regresamos a abrir la Sofom en México, que actualmente es la más grande” de nuestro país.

Prestamista responsable

En el mundo Fintech la gente se mueve muy rápido, no dura muchos años en una compañía y, actualmente, Marlene es la cabeza detrás de Credifranco, empresa que ofrece préstamos en línea. Ahí, los usuarios pueden hacer una solicitud a través de una app en su celular, pero, ¿cómo le prestas a alguien sin verlo, sólo con una INE y un cuestionario?: “Es muy riesgoso si no haces una validación real, que es la clave del éxito en este negocio, que seas un prestamista responsable, porque la mayor parte del mercado presta sin evaluar si la gente tendrá la posibilidad de pagarte y, en vez de ayudarle, lo perjudicas a largo plazo porque no va a poder pagarte, le vas a generar estrés, porque le vas a estar marcando para cobrarle, le vas a afectar su historial crediticio, nadie más le va a volver a prestar en el corto plazo. No le resolviste nada.”

“Por eso, para evaluar a quién debes de prestarle se hace una batería de preguntas, a través del big data, que predice la probabilidad de que esta persona te deje de pagar, y tomamos riesgos.

“Credifranco está dirigido al segmento con ingresos de entre cuatro y 10 mil pesos, porque no es responsable prestarle a alguien que no los tiene, a personas que se quedan cortas en la quincena y que requieren apoyo.Tenemos una tasa baja, porque lo que queremos es que tengan esa ayuda a final de mes para salir de sus gastos, que no paguen mucho por ella, y las tengan en el teléfono y reciban su dinero de inmediato, gracias a la dispersión automática con la que operamos. “Además, otra de nuestras estrategias es premiar el cumplimiento mediante un sistema de puntos que hace que los acreditados logren bajar las tasas, según vayan aumentando su buena reputación por pagar a tiempo.

“La gente pide dinero para educación, y no solamente en el regreso a clases, para emergencias médicas y para comprar tecnología.Apoyamos a las madres solteras, a los jóvenes que apenas empiezan a trabajar; todos en el equipo provenimos de la cultura del esfuerzo y nos acordamos perfecto. Ellos, que no tenían ni un traje para ir a trabajar, y entendemos eso, su traje, la bici para trasladarse; vamos al segmento desatendido por los bancos, a los que 95% de las veces se les niega el crédito”.

Con sentido social

Con un equipo joven, conformado por milenialls, Marlene trabaja por una misión que los hace sentirse más comprometidos, que la gente tenga mejores oportunidades: “Es muy padre que las empresas crezcan y que ganen dinero, pero también está la parte social, de incluir a los que no cuentan con las mismas oportunidades.”

Para la especialista el crédito necesita como estímulo a la educación, “los clientes le tienen pavor al buró de crédito, generalmente esperan a que se limpie en cinco años en vez de pensar en cuidarlo para hacer de los productos financieros una herramienta para crecer y que obtener tasas más bajas, usar recursos para tu negocio, para hacer crecer tu dinero, en lugar de sólo consumir. Se requiere educación para que la gente aprenda a manejar su crédito, sus recursos”.

“Lo que me levanta  cada mañana a trabajar muy duro es ofrecer a la gente la oportunidad de prestar dinero, y poco a poco dar más; además de darles información, educación financiera, herramientas para que tengan acceso a mejores oportunidades. Empezamos con préstamos pequeños, pero no sólo eso, ofreces mejores oportunidades de trabajo y ayudas a cambiar la vida de alguien para bien”.

Cita

“No sé si es un defecto o es lo que me ha ayudado a salir adelante y avanzar rápido. Me gusta resolver problemas, donde los veo me meto de lleno a tratar de solucionar cosas. Yo digo que soy metiche y esa curiosidad fue la que me hizo involucrarme de lleno en el mundo financiero”

LEG