Son ya siete años como los siete mares del mundo, como las siete maravillas de la Tierra. Son siete como los siete pecados capitales, los siete enanitos o los siete años que tardó Salomón en construir su templo. Siete como los siete días de la semana -lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo-. Siete, siete como las botas de las siete leguas, como el ángulo que hace la Luna con el Sol cada siete días.

Pitágoras decía que el siete es el número perfecto. Con este número perfecto cumplimos ya siete años. Siete años de esfuerzo, de trabajo; siete años de un equipo donde los profesionales se dejan más de siete horas tras el ordenador, buscando la noticia, olisqueándola, contrastándola, rebuscando en las fuentes, abrevando del río de vocales y consonantes, de preposiciones y conjunciones como si se tratara de un baile, una vetusta danza que sólo conocemos los periodistas.

El diario 24 HORAS está conformado por profesionales que vivimos para trabajar en la profesión más bella del mundo: el periodismo. Porque contamos cuentos, pero cuentos que son reales; ésos que todos los días salen en nuestro periódico para hacer la intrahistoria común, ésa que rellena la historia.

Somos testigos de lo que acontece, trovadores de la palabra oral y escrita. Somos privilegiados porque contamos la historia y somos también depositarios de lo que ocurre a nuestro alrededor y alrededor de nuestro alrededor; y todo ello nos categoriza. Contamos lo que ocurre en México, y en Madrid, y en París y en Estados Unidos. Tenemos compañeros analistas de la realidad mexicana. Son plumas conocidas y reconocidas que le otorgan un prurito a esa escuela que es 24 HORAS. El Diario sin Límites.

Eduardo Salazar tiene la suerte de conocer el periodismo de manera global y lo dirige con coherencia y exactitud. Cumplimos siete jóvenes años, siete largos años con el convencimiento del trabajo bien hecho, con la tranquilidad de aplicar el rigor, la prontitud y la honestidad para llegar a categorizar la libertad, una palabra repleta de vocales y consonantes que encierra lo más preciado y digno del ser humano.

Darle la enhorabuena es un acto que honra cuando se hace desde dentro y hay que dársela a todos mis compañeros, a este gran equipo que conforma 24 HORAS. El Diario sin Límites.

Estamos de enhorabuena. Son ya siete años.