La problemática en los bosques mexicanos es uno de los grandes pendientes de las administraciones anteriores, y por tanto será un reto que tendrá que enfrentar el próximo Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.

De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), de 1990 a 2015, México tuvo una pérdida de bosque de 255 mil 500 hectáreas por año, superficie equivalente a los territorios de Chihuahua y Chiapas juntos.

La deforestación, la mancha urbana y el cambio climático son los fenómenos que están afectando a los bosques y selvas, pero no debemos dejar a un lado que en México la principal razón de la problemática y pérdida de bosques se encuentra en la explotación inmoderada de los recursos forestales por la actividad agropecuaria y el desarrollo urbano no planificado.

Situación clave que tendrá que combatir la próxima administración es la tala ilícita de árboles, la cual constituye un problema asociado, incluso, a bandas criminales y a la explotación de los recursos bajo criterios mercantiles, sin importar el cambio de uso de suelo, su degradación o contaminación, abundó.

Actualmente entre 30 y 50% de la madera que se comercializa en el país es de procedencia ilegal, por lo que resulta indispensable encontrar nuevas fórmulas para combatir esta práctica en virtud de que las acciones emprendidas por la Profepa son insuficientes.

Ante todo este panorama sorprende que Josefa Ortiz Mena, futura secretaria de Medio Ambiente, propuesta por Andrés Manuel López Obrador, quiera nombrar a León Jorge como el próximo director general de la Comisión Nacional Forestal.

Este personaje ya pasó por ese puesto, y se supondría que es un experto en el tema. Sin embargo, en las administraciones en las que estuvo no hubo mayores resultados y sí grandes rezagos. Por ejemplo, Castaños Martínez estuvo en el mismo cargo durante la administración de Luis Echeverría. En la siguiente gestión con Miguel de la Madrid fue nombrado subsecretario forestal.

En esos periodos es cuando más tala de bosques hubo en la historia de México. Se taló, en promedio, la cantidad de 9.946 millones de m3 de madera al año. Lo que fue producto de la expedición ilimitada de permisos de explotación de bosques.

En su paso por la Comisión Forestal no se observaron acciones efectivas de reforestación, y el impacto fue tan alto, que de esa época a la fecha se inició la pérdida masiva de bosques y se acrecentó la pobreza de las comunidades forestales. Habría que recordar que en el gobierno de Luis Echeverría se reactivó el reparto agrario, lo que derivó en la deforestación de cientos de miles de hectáreas de bosques, principalmente selvas. Las políticas de colonización de zonas tropicales de México ocasionaron la pérdida de 80% de las selvas húmedas.

Ante este panorama, el próximo Gobierno debería de reflexionar entre “la experiencia” o los nuevos esquemas y personajes que en verdad han ayudado a controlar los problemas forestales.

En otros procesos, esta semana será interesante ver la forma en que se realizará la consulta sobre el nuevo aeropuerto internacional, y si a través de esta consulta los miembros del próximo Gobierno se ponen de acuerdo.

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