Luis Miguel se presentó por segunda semana consecutiva como parte de su gira México por siempre, ante un Auditorio Nacional lleno en su totalidad.

Arribó al recinto a las 20:30 horas escoltado por un fuerte equipo de seguridad conformado por más de cinco camionetas blindadas, en esta ocasión las seguidoras que lo esperaban para verlo entrar no pudieron hacerlo ya que ingresó por una puerta distinta a la habitual.

En punto de las 20:50 horas se proyectó en las pantallas el video de apertura, al finalizar, “El Sol” apareció en el escenario vestido con un traje negro haciendo vibrar al Coloso de Reforma debido a los gritos con los que fue recibido.

Músicos en vivo y visuales en alta definición integran este espectáculo, el cual se divide en tres momentos: de las baladas y boleros pasa al mariachi acompañado por la agrupación de música folklórica mexicana, el Marichi Vargas de Tecalitlán, para terminar con pop. Cabe destacar que para cada momento lució un vestuario diferente.

Entre los asistentes, que en su mayoría eran adultos, también estaban jóvenes y niños quienes coreaban por igual canciones como La Incondicional, La Bikina, Sabes una cosa y Como calienta el sol.

Antes de despedirse se le vio feliz, sonriente interactuaba con sus fans, les aventaba unas pelotas gigantes de color negro que forman parte del espectáculo; regaló algunas rosas blancas al público que se encontraba en las primeras filas y con esa acción dio por concluida una presentación más de las siete que le faltan en el mes de noviembre.

 

PL