Con eso de que hasta tuvo que suspender una campaña a favor de la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco para “evitar fricciones’’ con el próximo Gobierno, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes se está guardando información que desmintiría lo dicho por López Obrador en un video, el lunes pasado.

El Presidente electo dijo que su futuro secretario de Comunicaciones, Javier Jiménez Espriú, le presentó un informe en el que se demuestra que la construcción del nuevo aeropuerto requerirá una inversión pública de 88 mil millones de pesos.

Sin embargo, el secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruiz Esparza (el mismo que no quiere confrontaciones), dijo a los diputados del PRI que el costo de la construcción del nuevo aeropuerto no ha variado debido a la volatilidad cambiaria peso-dólar.

Respecto al financiamiento de la obra, Ruiz Esparza dijo que hasta el momento se tiene fondeado 70%; el 30% restante, equivalente a 88 mil millones de pesos, “su fondeo está proyectado a través de la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA de interconexión), una nueva Fibra E (Fideicomiso de Inversión en Energía e Infraestructura) y “otras fuentes” como la “monetización de terrenos Ciudad Aeropuerto, la Concesión Centro de Transporte Terrestre, la Cancelación del Contrato con ASA y la monetización de terrenos del AICM”.

De esta forma, para el 30% restante del fondeo de la obra, el TUA aportará 10 mil 750 millones de pesos, la Nueva FIBRA E aportará 32 mil 250 millones de pesos y “otras fuentes” sumarán 65 millones de pesos.

Es decir, un total de 108 mil millones de pesos más un “extra’’ de 20 mil millones de pesos como “margen para sobrecostos”.
Es decir, que de acuerdo con Ruiz Esparza, los 88 mil millones de pesos no saldrán del presupuesto para el próximo año porque ya existe una ruta financiera para obtener los recursos.
Además, copeteados, como diría Fox.
A ver qué información proporciona Jiménez Espriú mañana en la tan esperada conferencia anunciada por López Obrador.
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El diptuado de Morena, Cipriano Charrez Pedraza, cree que somos idiotas.
Muy modosito se presentó en San Lázaro para contar su “veldá’’ sobre el accidente en el que se vio involucrado y que le costó la vida a un inocente.
Charrez, casi dueño de Ixmiquilpan –entre él y su hermano se turnan la presidencia municipal y la diputación, ya sea local o federal-, dijo que él no iba manejando, lo cual es una mentira.

No sólo existe un video en el que se ve cómo su guarura o lo que sea lo baja del lado del conductor y ambos huyen corriendo del lugar de los hechos.
Luego presenta una cronología digna de una película de gánsteres: dos testigos se presentan al Ministerio Público de Ixmiquilpan para desistirse de sus declaraciones.

Y mire si no hay material para sospecha:
El primer testigo se desdice a las 16:24 del pasado lunes 8; 20 minutos después llega el otro testigo “voluntariamente’’ y se desdice y ya sin testigos que declaren en su contra, a las 17:30, llega al MP, Charrez a declarar, 48 horas posteriores a los hechos.

¿Y qué creen? Que el MP no le quiso tomar su declaración “porque no había testigos en su contra’’.

¡Milagro del Cristo Crucificado al que el ahora diputado Charrez impuso en 2013 la banda presidencial en la capilla del municipio!
O fue eso o el hecho de que su hermano Pascual es el presidente municipal.
¿De verdad Mario Delgado que “eso’’ es lo que van a defender?