La mayoría de los actores lleva una buena relación con los medios de comunicación porque así les conviene, pero otros lo califican como un mal necesario. El problema es cómo estableces tu relación con la prensa. La actitud es básica: bien manejado sirve y no hace daño, es más, les suma puntos.

Basta ver el cambio que dio Ludwika Paleta. De ser esquiva, ahora sabe manejarse y saca provecho de las entrevistas para promocionar los proyectos en los que colabora. Claro está que se necesita un entrenamiento, lo cual es muy fácil para un actor, deben hacerlo como si fuera un personaje más dentro de su carrera.

Todos somos libres de expresarnos y dar nuestra opinión sobre cualquier tema, pero cuando plasmas una idea que puede perjudicar su trayectoria, habría que pensarlo dos veces y lo digo por Alberto Guerra. Puede ser buen actor, pero tiene mal tino, ya que se le ocurrió escribir un artículo dirigido a la prensa de espectáculos titulado A LA PRENSA. Relata que ser actor principiante y enfrentarse a los reporteros no fue fácil, porque cuando notaron su existencia, fue porque andaba con una actriz famosa, entonces fueron invasivos y violentos. Ataca a los medios diciendo que tienen gran capacidad para inventar cuentos y manchar la carrera de los actores, destruyen familias, no tienen rigor periodístico, y cree que, en el fondo, tienen envidia porque lo que quisieran es que se hablara de ellos.

Remata diciendo que alucina las entrevistas donde le preguntan cuál es su color favorito o qué partes del cuerpo le gustan, las califica como preguntas estúpidas que sólo obtendrán respuestas banales. También acota que si el entrevistador no conocen el tema, para él es una pérdida de tiempo. Tampoco cree correcto que le pregunten sobre su relación con la prensa o cuando le cuestionan sobre la vida de otras personas. Puede que en algunas cosas tenga razón, pero no puedes englobar a toda la prensa en un mismo cajón.

Su ira no le deja ver que todo depende del cristal con que se mira y, como vive a la defensiva, pues no intenta forjar una buena relación que le sería provechosa. Tal vez Alberto piensa que la prensa es basura, pero le sirve más a él para promocionar un proyecto que al medio, porque hay miles de actores de los que se puede hablar y otorgan la entrevista con una gran sonrisa. Quizá Alberto no conoce el costo de un espacio de radio, televisión o revista; y cuando se lo regalan para promover la obra, serie o película debería aquilatarse. Su trabajo vale, pero el mismo valor tiene la publicidad y la necesitan para que un proyecto sea exitoso.

Resulta curioso que haga un artículo para quejarse de la prensa y justo sale publicado en un medio de comunicación. Si alega que falta inteligencia para construir una entrevista, a leguas se ve que a él le falta más, para no destruir un vínculo que es esencial entre los actores y el público. Porque un actor trabaja para la gente, pero la prensa ayuda a la difusión. En su escrito nunca resalta nada bueno, su corta visión le hace ver sólo lo malo. Todo es cuestión de enfoques y de la posición desde donde hagas su trabajo. Si fuera con pasión y entrega, entendería más cosas, ampliaría el panorama y entre lo negativo, tomaría lo bueno. Le serviría para destacar más, en vez de descalificar de un plumazo a toda LA PRENSA…
Hay más…, pero hasta ahí les cuento.