El lopezobradorismo tendrá sus razones.

Pero la primera secretaría de Estado en girar hacia el interior de la República será la SEP, predestinada a Puebla con el predestinado Esteban Moctezuma.

No lo hará a ciegas y a locas, como se pensó cuando lo prometía Andrés Manuel López Obrador, lo repetía en campaña y despejó dudas la noche de su triunfo exultante.

Justo en cumplimiento de ese discurso, Moctezuma empeñó su palabra:
-Yo el 2 de diciembre voy a estar despachando en Puebla.
Y lo estará.

¿Cómo?
Aquí está la novedad.

El propio Moctezuma ya busca espacio cómodo para instalarse y no planea hacerlo ni en el casco urbano ni con el tradicional séquito de los miembros del gabinete.

-No es necesario –me dice.
Y redondea:
-La secretaría estará donde esté yo. Ahí se atenderán los principales problemas y se tomarán las decisiones.

En la periferia y oficinas modestas

Todo se hará, señalamos en el título, con pies de plomo.

Esteban Moctezuma, ahora dedicado a los foros para dar un nuevo giro a la enseñanza pública, lo explicará en su momento.
Por ahora basta con escuchar a algunos de sus colaboradores –verbigracia, su amigo inseparable Luis Maldonado- para adelantar el bosquejo de cómo se hará la desconcentración.

Moctezuma ya tiene un espacio –“modesto, pero suficiente”- en los suburbios poblanos para no alterar para nada la vida de esa bella ciudad.

Con base en esos datos, es posible adelantar:
No se instalará en el centro de la urbe para evitar congestionamientos y molestas manifestaciones.

No se irá con una larga lista de colaboradores –150 al cabo de meses-, lo cual significaría dejar en la Ciudad de México las principales oficinas.

-Llevará si acaso a la Subsecretaría de Educación Superior –Puebla es la capital estatal con más universidades- y algún otro organismo como el instituto de alfabetización.

Así se evitará la explosión del mercado inmobiliario y, obvio, la distorsión de la economía local.
Además, todo se hará en coordinación con las autoridades locales para no ser factor disruptor social, económico, salarial, habitacional…

Y de paso, no habrá choque con el SNTE, la Coordinadora o hasta la FSTSE.

Sinaloa: La difícil reconstrucción

1. Quirino Ordaz enfrenta la tarea más ingrata.
Y a la vez la más satisfactoria.
Decenas o tal vez centenas de miles de sinaloenses resultaron afectados con las pasadas lluvias –“muchos perdieron hasta sus ropas”- y en la emergencia no hay reposo.
Ésta ya pasó, dice Ordaz con cierto consuelo, pero apenas comienza su desfile por dependencias federales, llamados de auxilio a todos los secretarios, invitaciones para constatar el desastre en las ciudades, el campo, la energía eléctrica, las escuelas…
Todo en la coyuntura de la transición, lo cual hace más difícil la tarea de reconstrucción.
-Pero aquí vamos, poniendo a Sinaloa de pie…

2. Eviel Pérez Magaña resumió ante diputados el saldo social del sexenio: 2.2 millones de mexicanos menos en extrema pobreza, 6.2 millones de personas incorporadas a los servicios de salud, 4.5 millones “que ya no son pobres y tampoco vulnerables”.
En lo político, describió el titular de la Sedesol, hay coordinación en los tres ámbitos de Gobierno para hacer más efectivos los programas de apoyo a la población.

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