Foto: @Cuauhtemoc_1521/Twitter Casi tres décadas después de esa tragedia, la exposición estará abierta hasta el 5 de octubre  

A través de una muestra fotográfica, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Azcapotzalco, recuerda uno de los episodios que marcó la historia de México con un capítulo señalado como una de las tragedias más grandes del país: el terremoto del 19 de septiembre de 1985, de magnitud 8.1.

 

En las imágenes se pueden apreciar edificios emblemáticos derrumbados, oficinas derruidas, hombres y mujeres removiendo escombros, bomberos y excavadoras. La exposición denominada Memoria Sísmica de México 1985 fue inaugurada el 11 de septiembre en la Galería del Tiempo de ese plantel, cuya serie iconográfica proviene de la Sociedad Mexicana de Ingeniería y el acervo de la Fundación ICA.

 

Lugares de trabajo, públicos y privados, hoteles, zonas habitacionales y hospitales dan cuenta de la devastación, incluso en sitios simbólicos, en una colección que comprende tomas aéreas y piezas de gran valor documental que revelan el antes y el después de una urbe herida.

 

También se pueden apreciar las secuelas en las entonces sedes de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la Lotería Nacional, el Instituto Mexicano del Seguro Social, el antiguo Centro SCOP o el Hotel Regis.

 

Este último inmueble, una de las construcciones de mayor tradición en la Ciudad de México por sus famosos restaurantes, cafetería, cine de lujo, salón de belleza, peluquería y baños de vapor, y que en aquella fecha registraba una ocupación de 90 por ciento, más empleados y clientes habituales, fueron capturadas por profesionales de la fotografía, cuyo trabajo dio la vuelta al mundo por medio de la prensa.

 

Otra de las joyas de la arquitectura mexicana contemporánea, el Hotel del Prado, cuya estructura de concreto no resistió los embates viniéndose abajo, ha quedado para la posteridad en una imagen de tonalidad cálida en la que el inmueble en ruinas aparece envuelto por una nube de polvo, entre ciudadanos y rescatistas.

 

Los derrumbes de centros laborales, entre ellos los ubicados en San Antonio Abad, Izazaga y Calzada de Tlalpan, donde murió un número amplio de trabajadoras de la costura, desnudaron otra tragedia: el uso de construcciones de entre seis y doce niveles diseñadas para vivienda, pero convertidas en talleres –algunos clandestinos– que amontonaban rollos de tela y maquinaria pesada, excediendo por mucho la carga que podían soportar.

 

Las instantáneas narran también lo ocurrido al Centro Médico Nacional del IMSS, el conjunto hospitalario más importante de América Latina y uno de los más modernos y equipados cuyas instalaciones se vieron reducidas a casi la mitad aquel 19 de septiembre.

 

Casi tres décadas después de esa tragedia, la exposición –que estará abierta hasta el 5 de octubre en el recinto de la Casa abierta al tiempo– ofrece una guía para mirar el pasado y conocer la magnitud del daño a través de la destrucción de edificios, así como la capacidad de regeneración de la urbe.

 

También integra fichas ilustrativas con la genealogía del Valle de México y la zonificación sísmica para facilitar la comprensión de la naturaleza y la frecuencia de los movimientos telúricos de 1845, 1858, 1911, 1957, 1979, 1985 y 2017.

 

DAMG