Foto: Daniel Perales Aunque los vecinos se encuentran molestos por el alboroto que causa la oficina del morenista, dicen por ahí que también ven su presencia como “un honor”  

A ella no le gusta que se recarguen en su barda, y si es que anda tomando fotos con su celular no es para captar la imagen de ya saben quién, sino para documentar  cómo le “dañan” sus jardineras y le dejan basura, pues su casa se ubica frente al 216 de la calle Chihuahua, en la colonia Roma Norte, el número de la casa más popular desde el 1 de julio: la de Andrés Manuel López Obrador, el Presidente electo.

Irina es una de las vecinas que manifiesta, sin empacho, su enojo porque cada día llegan y llegan centenas de personas a dejarle una petición al morenista, incluso ha colocado letreros en su barda para pedir que no se la toquen.

La pelirroja es una de las nueve personas que el jueves pasado asistió a la reunión solicitada por los vecinos de esta calle con el Jefe delegación de Cuauhtémoc, Rodolfo González.

“Tienen molestias porque (los simpatizantes de López Obrador) les tapan el garaje, la basura que se queda, las luminarias que se descompusieron y el ambulantaje que ha llegado.

“Hemos llegado a un acuerdo, las luminarias se van a arreglar, del ambulantaje sólo se van a reconocer dos puestos que ellos aceptan que tienen tiempo; va a haber servicio de limpia de basura dos veces, en la mañana y en la tarde, y rondines de la policía, y a la vecina Irina, que es muy simpática, se le van a prestar unas vallas de popotillo para su barda”, comentó el Jefe delegacional en entrevista con 24 Horas.

Irina no es el único caso, los de la tintotería del 220 se asoman con enfado cuando hay exceso de ruido, mientras que los encargados del Instituto de Asistencia Privada curiosean con frecuencia desde un balcón.

Y es que un día en esa calle, ubicada entre Insurgentes y Monterrey, no sólo se ven peticionarios sino manifestantes, medios de comunicación, también  suman tres serenatas con canciones de Pedro Infante, las cuales se han prolongado tantas que se acaba el repertorio del mazatleco, y el autor intelectual opta por campechanearlas con piezas de José Alfredo Jiménez.

El asfalto fue “decorado” con la leyenda “no le des el avión al pueblo”, que pintaron manifestantes provenientes de Atenco, Estado de México; la pinta fue borrada por la autoridad delegacional la noche del pasado jueves.

“La afectación también es a 10 cuadras a la redonda, los vecinos nos sacamos de onda con los helicópteros, que luego sobrevuelan desde las 8:00 de la mañana, nos preguntamos qué está pasando; en la calle de Chihuahua ya no puedes pasar, hay más tráfico sobre Monterrey”, agregó Mario Alberto Rodríguez, coordinador del comité vecinal Roma III.

El entrevistado se sorprendió de la celeridad con que se colocó el semáforo en Chihuahua 2016, el cual se venía solicitando desde hace 20 años, y apenas llegó el morenista se consiguió.

“Hay una métrica para los semáforos, la métrica es el número de vehículos y de personas. Después del 1 de julio, esa métrica se disparó seis veces, entonces se hizo la solicitud, los semáforos los coloca la Secretaría de Protección y Vialidad”, explicó el jefe delegacional.

El propio delegado es visitante asiduo a la casa de López Obrador, pues se le ha visto en varias ocasiones, aunque, afirma que sólo es para saludarlo, pues el Presidente electo no le ha solicitado ninguna mejora en el entorno.

Aunque los vecinos se encuentran molestos por el alboroto que causa la oficina del morenista, dicen por ahí que también ven su presencia como “un honor”, y en realidad desean la clásica foto con él.

LEG