¡Sólo era cuestión de tiempo…!
Y es que a dos meses de la más estrepitosa derrota electoral del PAN y a casi tres años de que asaltó la dirigencia azul esa pesadilla llamada Ricardo Anaya, los azules finalmente abrieron los ojos.

Panistas como Gustavo Madero, Javier Corral y Carlos Medina Plascencia –entre muchos otros que prefieren el anonimato- finalmente reconocieron que se equivocaron con la candidatura de Ricardo Anaya.

Pero los síntomas del arrepentimiento azul se habían producido días antes, cuando la pandilla de Emilio Álvarez Icaza se declaró independiente y dejó al PAN colgado de la brocha en el Congreso. ¡Y qué significó la independencia de esa pandilla?

Que muchos panistas se dijeron ofendidos por una grosera alianza pactada por Anaya y que dejó al PAN sin valiosos puestos en el Congreso.

Pero aún dudaban de las inmoralidades en las que incurrió el PAN de Anaya, basta echar una mirada a la más reciente rapacería de Damián Zepeda, el jefe panista impuesto por Anaya, que hace horas se autonombró líder del Senado.

Por eso, Gustavo Anaya soltó un tuit tajante: “Quienes apoyamos a Anaya nos equivocamos”. Pero no fue todo. Reconoció que “tenían toda la razón quienes” criticaron la coalición PAN, PRD y MC. En un tono similar se expresaron Javier Corral y el ex goberandor de Guanajuato, Carlos Medina.

Pero la debacle azul no ha terminado. En medio de la lucha por la dirigencia estatal –que deberá procesarse en los próximos días–, reapareció el nombre de Rafael Moreno Valle para conducir los destinos de los azules.
Lo curioso es que el poblano Moreno Valle no sólo es un reputado ex priísta, hijo político de Esba Esther Gordillo y gobernador de facto de Puebla –su esposa pronto recibirá la constancia de ganadora–, sino que sería “quintcolumna” para entregar el PAN precisamente a Morena. Por eso el interés de llevar la secretaría de Educación a Puebla

¿Se imaginan la potente alianza entre el PAN y Morena en el Congreso? Vale pregungtar porque con Acción Nacional como segunda fuerza en el Congreso y frente a una alianza de rojos y azules, Morena tendría todo para cambiar no solo al país, sino para llevarlo a donde los radicales rojos quieren; ser el principal polo de exportación de la Revolución Bolivariana.

Lo cierto es que pocos se han percatado del grave peligro en que se encuentra el PAN y sus luchas democrsáticas; pocos entienden el riesgo que corre de convertirse no en el opositor histórico de Morena sino en el principal aliado del gobierno del Presidente López.

Y es que frente a un escenario como ese –de una alianza entre azules y rojos–, lo cierto es que asistiríamos al final de los equilibrios en un gobierno que hoy tiene el control del Ejecutivo y del Legialtivo. Morena podría tener el control del PAN y, con ello, todo el poder, sin contrapesos, en sus manos.

Pronto sabremos si el encuentro entre Ricardo Anaya y el Presidente López se convierte en la ceremonia para sellar la alianza del PAN de Ricardo Anaya y el gobierno de Morena.
Al tiempo.