Foto: Especial Víctima narra pesadilla después de videograbarse en una relación sexual. No sabía que las imágenes estaban en Internet hasta que sus “amigos” le avisaron; el video ya tenía 100 visitas. De acuerdo al área de Ciberdelincuencia de la Policía capitalina, el problema crece, principalmente entre adolescentes. Se puede configurar el delito de pornografía  

Pornovenganza entre parejas invade la Web

Romina, una madre soltera, fue víctima de la práctica conocida como pornovenganza o sexorrevancha, por parte de su ex pareja sentimental a principios de 2018.

Esta práctica consiste en difundir material de carácter privado con contenido sexual de otras personas sin su consentimiento y con el propósito de causar daño una vez terminada la relación sentimental, informó el área de Ciberdelincuencia de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

En febrero pasado la víctima fue alertada por un amigo de que en un sitio web –dedicado al almacenaje y reproducción de material sexual de manera gratuita– había una grabación de ella teniendo relaciones sexuales con su ex pareja.

Al entrar a dicha página, la mujer de 25 años de edad buscó el video con el título que le había mencionado su conocido, el cual llevaba su verdadero nombre, que se reservó a petición de la entrevistada.

Una vez ubicado el material –en el que se apreciaba su rostro y hasta ese momento tenía 100 reproducciones– solicitó al portal la eliminación del mismo.

Romina aseguró a 24 HORAS que la grabación se realizó con su consentimiento al momento del acto sexual, pero nunca aprobó que éste fuera difundido.

Al encarar a su ex pareja, narró, éste le prometió borrar de su dispositivo telefónico cualquier contenido sexual de ella y alejarse de su vida, si no lo denunciaba, a lo que la víctima accedió.

Ante un reporte así, el área de Ciberdelitos tiene la facultad de solicitar dar de baja el contenido que perjudique la imagen de una persona. No obstante, al tratarse de sitios web particulares, pueden negarse.

Posteriormente, la víctima es canalizada ante el Ministerio Público, donde se iniciará la investigación sólo por el delito de pornografía, bajo los supuestos de coacción, violencia, amenazas y sin el consentimiento del afectado, toda vez que la pornovenganza no está tipificada como delito en el Código Penal de la CDMX.

En contraste, desde el 1 de agosto pasado, en Yucatán dicha práctica se castiga hasta con nueve años de cárcel.

Buscan que sea delito

En diciembre de 2017, la presidenta de la Comisión de Cultura de la Asamblea Legislativa, Abril Trujillo, presentó una iniciativa para tipificar a la pornovenganza como un delito con una pena de tres a cinco años de prisión y de mil a dos mil días de multa, sanción que se incrementaría hasta un tercio cuando el sujeto pasivo sea mujer, menor de edad o persona con discapacidad, misma que es evaluada por dicho grupo de trabajo.

Cada dos horas, la Policía de Ciberdelincuencia Preventiva recibe cinco llamadas de reporte, 60 al día, –ya sea como queja de un hecho o para pedir asesoría– sobre malas prácticas del ámbito sexual como el sexting y la pornovenganza, donde existen casos que de extorsión.

“Hay casos en los que una persona terminó dolida tras la ruptura de su relación sentimental (…) y si ésta tiene contenido sexual de su ex pareja, lo utiliza para obtener una ganancia con el chantaje de difundirlo”, dijo en una entrevista con 24 HORAS, Alejandra Díaz, policía del área de Ciberdelincuencia.

LEG