Foto: Twitter La empresa Grangemouth fue contratada para asesorar a la empresa en la búsqueda, selección, evaluación y cotización de los equipos y sistemas  

En respuesta al comunicado emitido por Altos Hornos de México (AHMSA), el periodista Ignacio Rodríguez Reyna, encargado de la investigación para Quinto Elemento Lab, dijo que la carta no sólo no aclara, sino que genera más dudas, porque además de justificar la transferencia de recursos a las cuentas donde les indicó la empresa fantasma, las fechas no coinciden, por lo que sería imposible la existencia del acuerdo.

 

Altos Hornos de México, a través de un comunicado, en respuesta a la investigación del periodista Ignacio Rodríguez Reyna sobre sus nexos con el caso Odebrecht y los depósitos que realizara a una compañía fantasma de la cual salió gran parte del dinero con el que la constructora investigada sobornó a gobiernos de América Latina,  precisó que con base al contrato firmado en enero de 2013 con la empresa Grangemouth, participó como gestor internacional en un proyecto de expansión de las siderúrgicas en Monclova, a fin de producir aceros de alta especificación para la industria automotriz.

 

En ese contexto, explicó que Grangemouth fue contratada para asesorar a la empresa en la búsqueda, selección, evaluación y cotización de los equipos y sistemas.

 

AHMSA explicó en la misiva que a raíz de la caída internacional de los precios del acero, a inicios de 2014 se determinó suspender y postergar el desarrollo del proyecto, por lo que de común acuerdo con Grangemouth fue cancelado el contrato, y se pagó la factura emitida por la empresa con un total de 3 millones 703 mil 540.57 dólares, acorde a los trabajos efectuados hasta ese momento.

 

Especificó que el pago se efectuó en tres parcialidades y en la institución bancaria señalada por Grangemouth.

 

En entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva, indicó que mantiene el reportaje publicado por Quinto Elemento Lab en el que se sostiene que Altos Hornos de México, propiedad del empresario Alonso Ancira, transfirió más de tres millones 700 mil dólares a las cuentas de Grangemouth Trading Company, firma offshore de la constructora Odebrecht, desde la cual también se distribuyeron decenas de millones de dólares para sobornar a la élite política de los países en los que la empresa brasileña tenía operaciones.