El Gobierno de Donald Trump presentó quejas separadas contra México, Canadá, la Unión Europea, China y Turquía ante la Organización Mundial del Comercio por las represalias que cada nación impuso en respuesta a los aranceles al aluminio y acero implementados por Estados Unidos.
Esto se dio a tres días de reunión de funcionarios estadounidense con su contraparte mexicana y con los integrantes del próximo Gobierno, donde se abordó la urgencia de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
La respuesta de México no se hizo esperar y a través de la Secretaría de Economía (SE) reiteró el compromiso de continuar con la defensa de los intereses de la industria nacional respecto de las medidas unilaterales que son contrarias a los derechos y obligaciones pactados en el marco del derecho comercial internacional.
A través de un comunicado, la SE destacó que ante la queja que presentó EU en la que solicita consultas por la aplicación de aranceles, el Gobierno mexicano analizará esta petición con el fin de emitir una respuesta dentro de los siguientes 10 días, y en caso de que esta resulte procedente, se establecerá conjuntamente con el país vecino la fecha para celebrar las consultas solicitadas.
Para la representación comercial de la Casa Blanca, los aranceles impuestos por el presidente Trump contra esos países son justificados bajo los acuerdos internacionales que han sido aprobados entre Estados Unidos y sus socios comerciales.
“Sin embargo, los aranceles de represalia contra las exportaciones de Estados Unidos impuestos por China, la Unión Europea (UE), Canadá, México y Turquía son completamente injustificados bajo las reglas internacionales”, según el Acuerdo de Salvaguardas de la OMC.
Alejandro Gómez Strozzi, socio de la firma Foley Gardere Arena y especialista en comercio internacional, consideró que nuestro país sigue actuando de manera correcta y que seguirá los procesos de la OMC en los próximos días.
Ignacio Martínez, académico de la UNAM, dijo que nuestro país tendrá 10 días para demostrarle a la OMC que los aranceles fueron estudiados de manera correcta y se trató solamente de una medida de protección, ya que los impuestos estadounidenses son prácticas desleales y no cuentan con razones jurídicas para aplicarse.
Antecedente
Esto surge después de que Estados Unidos aplicara aranceles al acero y al aluminio de 25% y 10% respectivamente, los cuales fueron justificados como una medida de seguridad nacional; las respuestas a nivel internacional no se hicieron esperar y México contestó con la aplicación de impuesto por 3.6 mil millones de dólares a diferentes productos estadounidenses.
China hizo lo propio con aranceles por tres mil millones de dólares, la UE por 3.2 mil millones de dólares a productos importados de EU y Canadá por 12.7 mil millones de dólares.
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