Un artista singular español se presentó en el Club de los Industriales (gracias a Billy Steta), Alberto Romero, que estudió profundamente a los artistas de México, como Diego Rivera, Frida Kahlo, Cantinflas, Guadalupe Mondragón (Nahui Olin, La Mirada Infinita), y también otros de España y otras naciones. Por ende, en la exposición vi también varios cuadros de la Duquesa de Alba (la mujer que más títulos nobiliarios ha tenido en la historia). Billy Steta apunta que en su afán de promover el polo mexicano en el mudo (el polo de México siempre ha sido considerado uno de los mejores del mundo) estuvo en el sur de la Madre Patria, en el verano de 2016, y se cruzó con el maestro Romero y comprobó su genialidad al ver sus obras y sus catálogos. Billy quedó fascinado por la técnica original, del maestro al admirar cuadros de don Quijote y, claro, compró uno de ellos, con el que empezó a enriquecer su pinacoteca personal de Romero. Por supuesto, después surgió la idea de que pintara los personajes más emblemáticos de México. Todos los invitados al Club de Industriales alabaron la obra del maestro Alberto Romero (uno de ellos, Oscar Román), así como coleccionistas, galeristas, etcétera. Vi entre los invitados a Jeannette Mondragón, Pablo Martínez del Río, Olga Carlota Escandón de Martínez de Río, Olga Martínez del Río Escandón, la mujer más guapa de la noche; Hugo Villalobos y Mónica Hayes; Hugo Stieglitz, Rogelio Igartúa, Samuel y Casilda Solórzano, Lourdes Alcocer, Berenice Izquierdo, Sergio García, Mademoiselle Ochoa Veitia, entre otros. Acuérdense, ésta dupla Romero—Steta dará mucho que hablar en el mundo pictórico de México.

Crítica objetiva del Sepia—Roma Sur

El chef Julián Martínez, uno de los propietarios del elegante Sepia, restaurante moderno contemporáneo ubicado en la calle de Sinaloa (Roma Sur), se formó en las filas del Becco–Ixtapa (familia de Rolly Pavia), además de obtener los reconocimientos (segundo lugar) en la guía San Pellegrino. Nunca buscó premios, pero le llegaron por su talento y esfuerzo. Compartió varias veces la mesa con el chef Massimo Bottura y viajó a Italia al lado de Enrico Crippa (Piazza Duomo—lbao y Bruno Cingoliani (Dulces Vitis—Alba). Muy joven obtuvo el premio como el “Best Award & Excellence” y el Marchio “Ospitalita Italiana”. Hoy tiene su propio espacio (asociado con….) en Sepia Cocina del Mar. Entre los platillos que degusté: alcachofas Confit, paté de erizo, cangrejo, moro, mil hojas de verdura, ensalada de pera a la gorgonzola; cremas de garbanzos y alcachofas con almejas; risotto con frutos del mar; pulpo a las brasas, Totoaba al burro, short rib de res braseado, codorniz a la parrilla, etcétera, además postres muy variados, etcétera. Costo promedio por comensal: mil pesos mexicanos. Uno de los de más moda actualmente. También estuve en la presentación del libro de Alejandra Barrales, Mujer de Palabra (Una historia en la Ciudad), que presentó Guadalupe Loaeza y coordinó Ana Lilia Cepeda, además en la colectiva en la galería de Oscar Román, para celebrar otro aniversario más de una de los mejores espacios del país.

La madurez de Mozart

Deutsche Grammophon lanzará ahora en julio la Clemenza de Tito que la dupla de artistas el mexicano Rodolfo Villazón (uno de los mejores tenores del orbe) y el director franco—canadiense Yanik Nezet, quienes –no hay que olvidar— lanzaron hace una década un proyecto monumental, de la mano del sello Deutsche Grammophon para grabar siete óperas de madurez del genial Mozart, con el propio Villazón en los roles protagónicos. Y hasta el próximo jueves, ¡abur!