El mítico nombre de Luis Donaldo Colosio y la emblemática figura de Cuauhtémoc Cárdenas siguen siendo un potente anzuelo para ganar votos; los votos de uno que otro despistado.

Por lo menos eso es lo que cree el candidato presidencial de Morena, quien en la recta final de su campaña mantiene su “estrategia barredora”; levantar todo el cascajo posible de la clase política y el sistema de partidos.

Y es que apenas el 18 de junio pasado –durante un evento en Sonora–, Andrés Manuel López Obrador no desaprovechó para “colgarse” de la memoria de Colosio. Ante cinco mil simpatizantes juró “por la memoria de Luis Donaldo” que cumplirá todas sus promesas.

¿Por qué Colosio?, ¿qué cercanía había entre Colosio y López Obrador?, ¿pudieron ser políticos afines?

Lo cierto es que a pesar de que el candidato presidencial de Morena se dice admirador de Colosio “y presumió en su momento haber cenado con el sonorense días antes de su muerte”, no existe un punto de afinidad entre Colosio y el tabasqueño. Más bien parece que Luis Donaldo y Andrés son caras opuestas de una misma moneda.

¿Lo dudan? Si hacemos memoria, resulta que en el mítico discurso de Colosio en el Monumento a la Revolución, el sonorense propuso justamente todo lo contrario a lo que hoy es el ideario de López Obrador.

Dijo Colosio en aquel recordado discurso: “México no quiere aventuras políticas, no quiere saltos al vacío, no quiere retrocesos a esquemas que ya estuvieron en el poder y probaron ser ineficaces. México requiere democracia, pero rechaza su perversión, que es la demagogia”.

¿Qué tal? Cualquier ciudadano que sepa leer podrá entender que -de cabo a rabo- la declaración anterior de Colosio es un contundente rechazo a todo lo que significa, propone y representa López Obrador.

Queda claro que el de Obrador es un discurso “engañabobos” que sólo busca votos a nombre del malogrado candidato presidencial.

Pero no es todo. Apenas hace horas, Obrador reconoció haberse reunido con Cuauhtémoc Cárdenas, el mítico fundador del PRD. ¿Por qué le interesa a Obrador enviar el mensaje mediático de que está cerca de Cárdenas?

Por la misma razón que se colgó del nombre de Colosio; para ganarse a los cardenistas.

Sin embargo, también en este caso resulta demagógica la impostura del tabasqueño por congraciarse con su padre político, a pesar del parricidio que Obrador cometió contra Cárdenas en el año 2000.

Si lo olvidaron, cuando Obrador llegó al Gobierno del DF su principal estrategia fue romper con Cuauhtémoc Cárdenas y con todo el cardenismo, incluida Rosario Robles.

En la práctica, AMLO cometió parricidio político, y desde entonces no había conseguido el perdón de Cárdenas, a quien le debe todo en la política.

Hoy, seguro de que será Presidente, Obrador utilizará a Cárdenas para justificar la destrucción de la reforma energética. ¿Por qué? Porque Cárdenas ha dicho, recio y quedito, que apoyará al candidato que dé marcha atrás a la privatización de Pemex.

Así o más claro.

Al tiempo.