No fue posible con Ricardo Anaya.

Lo descubrieron desde muchas partes.

Preocupado, José Antonio Meade protestó ante el presidente Enrique Peña y fue el fin de Enrique Ochoa en la presidencia del PRI.

Sólo así se atrevió a quitar a un incondicional de Luis Videgaray y permitió el arribo de un priista con raíz, pero no lejano al equipo, el guerrerense René Juárez Cisneros.

Fue media libertad para el candidato de la alianza Todos por México porque todavía hoy no tiene margen de maniobra para presentarse cual es y desprenderse de lastres.

Estigmas de un gobierno catalogado de corrupto, ahogado en reportajes de albas casas, acusado de crímenes no cometidos, pero facturados a su desprestigio.

Poco importa si los autores de aquella masacre de Iguala son un perredista impulsado por Andrés Manuel López y aupado por el PRD.

La culpa es de Peña, el crimen es de Estado.

Total, me dicen altos funcionarios, a tiempo se descubrieron las intenciones de Videgaray para ofrecer la cabeza de Meade, ofrendada ante la santa alianza izquierda-derecha de Ricardo Anaya, todo con el señuelo de frenar a Andrés Manuel López.

Me subraya un informante de altísimo nivel:
-¿Te imaginas? Videgaray ofrecía dos cabezas: la de Meade y la del Presidente. No quiero ni pensar qué vendría después. ¿Te imaginas a personajes como Emilio Álvarez Icaza, Jorge Castañeda y otros contra Peña?

-Sí –redondeo: -los ultras azuzando a Anaya para llevar a Enrique Peña a tribunales internacionales por crímenes de lesa humanidad, cárcel, venganza… Un futuro imposible inclusive ante el triunfo de Andrés Manuel.

ESTRUCTURA MERCENARIA DEL PRI

Recuerdo todo esto ante otra información.

Los datos ya están donde deben:
Luis Videgaray ha tendido puentes con el equipo de Andrés Manuel López.

-¡Ah, caray! El chiste es trascender el sexenio -reacciono.

-No –me corrige mi interlocutor-: el chiste es la impunidad.

No aventuro más.

El 7 de mayo informé cómo Videgaray ya sostenía encuentros con Ricardo Anaya, y José Antonio Meade explotó porque planeaban su sacrificio y la derrota del PRI.

Una derrota a la cual se resisten tanto Meade como su equipo y la cúpula priista, de espaldas a las encuestas y tal vez a la realidad.

Sus cuentas, financieros al fin, son económicas y preparan la última estrategia con dos únicas vértebras como espina dorsal:
La organización de tierra a cargo de René Juárez Cisneros.

Y el pago a una estructura mercenaria hoy al servicio de otras siglas, mayoritariamente compradas por Morena y adláteres.

Tarea de mucho riesgo, porque cobrarán el dinero tricolor apenas liberado, pero rendirán cuentas con quienes los han cooptado cuando el PRI no tenía ni candidato ni dirigencia propias.

El tiempo se agota, y la esperanza tiene plazo perentorio.

SEMANA YUCATECA DE NEGOCIOS

1. Hoy comienza la Semana de Yucatán en México.

Tradicionalmente se ofrecen artesanías, historia culinaria, exposición de lugares turísticos.

En esta ocasión, el gobernador Rolando Zapata ha dispuesto agregar dos elementos: informes del incremento en las inversiones y proyecciones de desarrollo industrial y económico.

Del 25 de mayo al 3 de junio se pretenden cosechar proyectos para un estado incorporado a las Zonas Económicas Especiales, con incentivos jamás ofrecidos en el Sureste.

2. En el campamento de José Antonio Meade todavía se espera un repunte tras su desempeño en el segundo debate.
Su equipo busca un cuarto encuentro de presidenciables, pero usted ya sabe quién se opone y, obvio, no se realizará.

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