FOTO: EFE El cardenal Ricardo Ezzati habla durante una rueda de prensa el viernes 18 de mayo de 2018, en Santiago.  

SANTIAGO.- Por posibles casos de abuso, 15 presbíteros en Chile fueron suspendidos de su ejercicio pastoral por Alejandro Goic, obispo de Rancagua, ciudad distante 86 kilómetros al sur de la capital.

La suspensión se dio luego de que se difundiera un reportaje televisivo en el cual se denunció que los clérigos de la diócesis de Rancagua, en el centro de Chile, han sido acusados de integrar un grupo secreto autodenominado “La Familia” que en los últimos años ha cometido abusos sexuales y conductas inapropiadas contra menores de edad y jóvenes.

Elisa Fernández, excoordinadora de pastoral juvenil, denunció esta situación, en la que presuntamente están involucrados los presbíteros.

“No sé si llamarlo cofradía, secta o grupo de sacerdotes que tienen prácticas que no se conllevan con su condición de curas, y con respecto a jóvenes, por lo menos en mí época, de entre 15 y 29 años”, explicó Fernández, que participó en actividades de la Iglesia católica durante catorce años.

Estas nuevas denuncias agravaronn la delicada situación de la Iglesia chilena tras las reuniones de los obispos con el papa Francisco, que les entregó una carta que contiene parte de la conclusiones de la extensa investigación que realizó el arzobispo maltés Charles Scicluna sobre los abusos cometidos por el clero en Chile.

Después de tres días de reuniones, 34 obispos chilenos anunciaron que pusieron sus cargos a disposición del pontífice. Víctimas de los abusos sexuales cometidos por sacerdotes aplaudieron que todos los miembros de la Conferencia Episcopal hayan puesto sus cargos a disposición como un primer paso para sanar a la Iglesia local “de corruptos y criminales”.

 

 

JNO