Esta semana será determinante en el rumbo del peso mexicano y la decisión del Banxico en el desarrollo y la definición sobre el TLCAN.

La semana pasada, Paul Bryan, líder de la Cámara Baja en Estados Unidos, dio cuenta de la fecha 16-17 de mayo para definir si hay acuerdo preliminar del TLCAN. En su caso, el Congreso tendría como máximo analizarlo y aprobarlo en junio para hacerlo con la actual legislatura, por un lado, y el acuerdo tipo “fast track” que daría la aprobación o negación tal cual la envió el Gobierno americano.

En caso de no hacerlo así, por el lado de Estados Unidos, el tiempo político estará limitando el futuro del TLCAN.

En ese sentido, la negociación podrá tomar varios rumbos. Uno de ellos y menos probable es que Estados Unidos mantenga sin tiempos la negociación, misma que podría extenderse a 2019 o más; una segunda alternativa sería que ante la negativa de México y/o Canadá, el presidente Donald Trump decida tomar una posición más radical con la “posible salida de Estados Unidos al acuerdo del TLCAN” entrando a una fase de posiciones más polarizadas con gobernadores americanos a favor y en contra, así como la actuación determinante del Congreso. Serán seis meses de fuerte ajetreo y volatilidad en los mercados con riesgos hacia México y el resultado electoral. También la imposición de aranceles al acero y aluminio a partir del 2 de junio.

Por el lado de México, tratar de alcanzar un “acuerdo con calidad” nos está llevando a los tiempos límites, pero justos. Un mal acuerdo tendrá efectos en el corto y mediano plazo cuando se paralicen inversiones directas, las actuales se reduzcan y México pierda competitividad y mercado. Además, con el riesgo actual de un cambio de modelo económico si resulta ganadora la izquierda mexicana. Esperamos que al filo del tiempo límite, la Unión Americana ceda en posiciones actuales y se alcance un acuerdo más equilibrado y menos perjudicial para nuestra nación.

En ese sentido, el Banxico tendrá una decisión de política monetaria justo este próximo jueves 17 de mayo. Se sabrá antes si hay acuerdo o no del TLCAN y, en su caso, actuará en consecuencia. Subirá la tasa de interés en caso de NO alcanzar acuerdo el TLCAN y se mantendrá sin cambio hasta junio en caso de que se logre un acuerdo preliminar.

Es difícil pensar que el Banxico aislará el estatus del TLCAN y el movimiento del peso mexicano, a pesar de que la inflación se ha venido desacelerando favorablemente a niveles ya de 4.55% anual al cierre de abril, así como de un crecimiento económico ligeramente mejor al esperado de 2.4% anual al cierre del primer trimestre del año, apoyado por un mercado internacional favorable, en especial la actividad económica de Estados Unidos.

Sabemos que en junio la Fed subirá la tasa de interés 25 puntos base a 2.0% y, en su caso, el Banxico evaluará la minuta y sus perspectivas. Pero ahora en mayo, el momento lo marca el TLCAN que tiene un efecto “estructural” dentro de nuestra economía, aunque algunos lo limiten.

El peso mexicano se ubicó al cierre del viernes 11 en 19.41. Desde el 17 de abril y hasta la fecha, la divisa nacional se ha depreciado 8.3%, aunque alcanza apenas los niveles de cierre de 2017 en 19.65. Sabemos que entre abril y junio, en años electorales, el peso mexicano siempre pierde terreno ante la incertidumbre del resultado electoral, pero hoy es un momento muy especial, y seguirá muy sensible a este evento, sin duda. El TLCAN tendrá un peso importante en el movimiento del tipo de cambio esta semana.