FOTO: EFE Nominada por Trump. Gina Haspel, candidata a dirigir la CIA, compareció ayer ante senadores.  

WASHINGTON.- Gina Haspel, nominada por el presidente Donald Trump para dirigir la CIA, se comprometió ayer ante senadores a no reanudar “bajo ninguna circunstancia” el programa de torturas que la agencia puso en marcha tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Haspel se enfrentó a una dura audiencia en el comité de Inteligencia del Senado, donde los demócratas trataron de comprometerla a darle la espalda a Trump si le pide reanudar el programa de torturas, tal y como prometió el gobernante durante la campaña para las elecciones de 2016.

“No creo que el presidente me pidiera eso”, llegó a decir Haspel para frustración de los demócratas.

Sin embargo, aseguró que “su código moral” es fuerte y que, si Trump le pone en esa disyuntiva, no reanudaría el programa de interrogatorios instaurado por el Gobierno de George W. Bush y en el que se incluían técnicas de ahogamiento simulado, humillaciones, privación de sueño y golpes.

Las técnicas de tortura de la CIA fueron prohibidas en 2009 por el entonces presidente Barack Obama y el Congreso legisló en contra de esos métodos en 2015.

Para defenderse de las críticas de los senadores, les recordó sin ningún pudor cómo tuvo que “dormir en el suelo” en algunas bases militares, las dificultades a las que se enfrentó como mujer y algunas de sus misiones más peligrosas, por ejemplo como agente encubierto en Etiopía y Turquía durante la Guerra Fría.

“Después del 11 de septiembre no me senté detrás de un escritorio, di un paso al frente “, aseveró Haspel, en un momento de especial tensión.

De ser confirmada por el Senado, se convertiría en la primera mujer en liderar la CIA.

 

JNO