Difícil para la afición chiva hallar punto medio o equilibrio en tan vasto espectro emocional: en un extremo, la frustración, la incertidumbre, incluso la rabia, por la inminente marcha de Rodolfo Pizarro, por confirmar que se ha perdido a Oswaldo Alanís, por la amenaza de que algunos otros estelares serán negociados, por la sensación de que se será más débil en el Mundial de clubes que en el recién cerrado semestre; en el otro, la esperanza acaso vana, el sueño quizá guajiro, de leer nombres de figuras que reforzarían al plantel rojiblanco.

Se entiende, la situación económica del Rebaño es particular: con su propietario en posesión de amplios recursos, mas de momento sin disponer de ellos…, y en lo que se remedia, el Guadalajara cumpliendo otro año de vida en el limbo, sin saber con cuánta ilusión festejar.

Sólo así puede calificarse tan extraño día para la feligresía chiva: por un lado, indignación y amagos de dejar de comprar uniformes, si Pizarro confirma su partida; por otro, especulaciones que sitúan de vuelta al más prodigio hijo de la institución, Javier “Chicharito” Hernández de cara al Mundial de clubes.

Siendo sincero, y ciertamente pesimista, luce mucho más factible lo primero que lo segundo. Así, mientras que Chivas se hace a la idea de vivir sin Pizarro, a sus aficionados les cuesta creer que Chicharito vaya a venir, por mucho que los encabezados vengan en inglés y desde Londres.

Polos opuestos, escenarios extremos, al Guadalajara se le ha perdido el centro. Desprovisto el club de toda noción de balance, ni la continuidad de Matías Almeyda se da por hecha. Dicho lo cual, la situación es más grave que alentadora.

¿Chicharito de vuelta y en pleno Mundial? Sólo decirlo, se enchina la piel bajo cada uniforme del Rebaño. Sin embargo, hay unos cuantos factores que impiden creerlo: primero, la parte económica, con un semestre que muy difícilmente costaría a la directiva menos de cuatro millones de dólares; segundo, su proyecto deportivo: ¿ha dado por clausurada su etapa europea, está saciada su hambre de competencia en Inglaterra o España, se regresará disponiendo aún de gran cartel en ese continente?; y tercero, que la noticia parece demasiado ilusionante para ser real.

En el fondo, un tema prioritario antes de hablar de nuevos gastos y millones: que se salden las deudas de más de un año de antigüedad con el plantel.

Imposible pensar en retener a Pizarro o en repatriar a Chicharito, si ese paso no se da: como sea que venga el futuro, tiene que ser sin pagos pendientes.

En lo que se deshoja la inmensa margarita chiva, el espectro emocional es abismal. Felices y confusos 112 años.

Twitter/albertolati

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