Una buena sorpresa el dato avanzado del crecimiento de la economía al cierre del primer trimestre del año en 1.2% apoyado por el sector primario y el terciario con crecimiento de 5.1 y 3.1%, respectivamente. La variación con respecto al mismo trimestre de 2017 fue de 2.4%.

Sin duda, la actividad comercial hacia el mundo y principalmente hacia Estados Unidos influyó, pero también el consumo interno mostró una ligera mejoría.

Seguimos viendo el tema pendiente de las grandes inversiones a la espera de la negociación del TLCAN y del resultado electoral.

Por lo que respecta al sector externo, mientras Estados Unidos crezca a ritmos de 2.5 a 3.0% anual, México se estará viendo beneficiado.

Ritmo de crédito estancado
A excepción del crédito al consumo que tuvo un pequeño crecimiento a tasas anuales de 3.1% de marzo, el crédito registró un menor ritmo de crecimiento en vivienda y empresas, con lo que el crédito total creció a 5.7% anual contra 6.4% registrado en febrero pasado.

En el crédito al consumo, el uso de la tarjeta de crédito aumentó un poco, mientras que el crédito individual, el de nómina y el de bienes de consumo duradero no apoyaron.

Uno de los aspectos que está afectando es el nivel de las tasas de interés. Por un lado, el Banxico mantiene la tasa de referencia en 7.5% anual, la TIIE a 28 días está en 7.85% y ante la tendencia al alza de las mismas, la tasa activa por parte de bancos e instituciones de crédito no bancarias las han incrementado fuerte. Por ejemplo, hay productos de tasas de interés ligados a créditos que alcanzan más del cien por ciento al año calculando el CAT. En las tarjetas de crédito, por ejemplo, oscilan entre poco más de 20% y hasta 60% anual.

Por el otro lado, existe un nivel de endeudamiento que personas, familias y empresas tienen, que la capacidad de disponibilidad se ha disminuido y, además, uno prefiere esperar y estar atento al resultado electoral del 1 de julio próximo, en donde se encuentra en juego el “riesgo” de un cambio de modelo económico.

Es probable que ante decisiones más centralizadas por el gobierno como es el caso de una izquierda, disminuyan las inversiones y un riesgo de alza en el tipo de cambio tendrá incidencia en una mayor inflación y un aumento en las tasas de interés que al final afectarán en diferentes productos y servicios como es el crédito. No hay dinero más caro que el que no tenemos.