El viernes pasado se dio a conocer que el crecimiento de la economía de Estados Unidos se ubicó en 2.3% anual, un dato que mostró una ligera desaceleración respecto a los últimos tres trimestres del año, pero que cíclicamente es normal dentro de su propia actividad. Se estima que a partir de ahora, la actividad retomará su expansión y las expectativas para crecimientos del orden de 3.0% anual son altas en los siguientes dos trimestres de 2018.

Con esto es probable que la inflación al consumidor se sitúe alrededor de 2.5% anual, y en ese caso, la Fed será consciente de los riesgos hacia un posible “sobrecalentamiento” y deberá seguir actuando. Entre mayo y junio deberá de estar incrementando la tasa de referencia otros 25 puntos base para situarse en 2.0% anual.

No obstante, es muy probable que veamos condiciones en su comunicado hacia una mayor “restricción” o riesgo de endurecimiento. Como lo hemos comentado, en el último informe del Beige Book, fue muy clara la posición de que “es palpable” que el recorte de impuestos a personas físicas y empresas se está transfiriendo hacia un mayor consumo, mayor inversión y mayor crédito.

Si a todo esto le sumamos que después de un dato bajo de creación de empleos en marzo apenas sobrepasando las cien mil plazas, es muy posible que se retome el ritmo de creación superior a las 200 mil, en promedio. Este próximo viernes tendremos el dato de empleo de abril ya como parte del segundo trimestre del año. Consideramos que de nuevo se ubicará en torno a los 200 mil puestos.

Con pleno empleo y riesgo de sobrecalentamiento, la posición de la Fed deberá ser más dura, y quizá el tema de “alza gradual” se vaya eliminando en cualquiera de estas dos próximas reuniones.

La curva de bonos del Tesoro deberá permanecer “presionada”. Se ubica por arriba de la curva de las reuniones pasadas de la FED (de marzo y enero) y respecto a la de hace un año (ver gráfico anexo).

El hecho de que el Bono a 10 años se posicione de manera más consistente en torno a 3.0% anual tiene un significado especial:
a) Existe un riesgo de que el incremento en tasa tenga un efecto en el mediano plazo sobre la economía real.
b) Ante la fuerte inyección de liquidez del Banco Central de varios años se tiene presente el riesgo de una burbuja en el mercado de bonos. La Fed está disminuyendo su tenencia de bonos. Reduce su balance en el que junto con los bonos respaldados por hipotecas, estima una reducción anual de 420 mil millones de dólares, y deberá hacerlo por varios años.
c) Genera una evaluación entre manejadores de fondos y estrategias de inversión como costo de oportunidad vs. la renta variable. En su caso, es muy probable que se vuelvan a equilibrar las inversiones y las bolsas puedan tener una disminución de posiciones.
d) Se incrementa la deuda pública del Gobierno federal y la deuda/PIB que obligue a la Fed a ser más “dura”.
Por todo esto, consideramos que el dólar americano tenderá a subir también en los próximos meses afectando al resto de las divisas.

Juan Ángel Espinosa