Foto: Cuartoscuro Investigación. El 18 de abril pasado, peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) se presentaron en el inmueble donde se encontró el acido sulfúrico para levantar evidencias.  

Javier Salomón Aceves, Daniel Díaz y Marco Ávalos, estudiantes de cine desaparecidos el 19 de marzo pasado en el municipio de Tonalá, Jalisco, fueron golpeados, asesinados y sus cuerpos disueltos en tinacos con ácido (para que no quedara rastro) por parte de presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), informó el fiscal general del estado, Raúl Sánchez.

“Las investigaciones nos han llevado a la detención de dos personas: Gerardo N. y Omar N. por su probable participación en los hechos, quienes ya fueron vinculados a proceso el 22 de abril pasado”, manifestó Sánchez en una conferencia de prensa.

El fiscal presentó un video con una línea de tiempo y elementos de prueba, donde se dio a conocer la participación de ocho supuestos integrantes del CJNG, “los hechos relevantes fueron: la Casa 1, la cabaña utilizada por los estudiantes de cine era un inmueble de seguridad utilizada por criminales antagónicos (del Cártel Nueva Plaza); en 2015 en dicho inmueble fue detenido (el narcotraficante) Diego Gabriel Mejía y fueron aseguradas drogas”.

De acuerdo a la Fiscalía General del Estado (FGE), el inmueble era propiedad de Diego Gabriel, quien utilizó como un testaferro, a su suegra, quien era la tía de Salomón Aceves; ésta dijo ser la propietaria del inmueble y por eso los estudiantes lo usaron para su trabajo escolar.

Además, la FGE señaló que Diego es pareja de una persona que se dedica a administrar estéticas masculinas, donde se ejerce la prostitución y que algunas fueron trasladadas a la administración de la tía.

El 19 de marzo, los estudiantes salieron de la casa y fueron interceptados en la Avenida Periférico Oriente, en la colonia Coyula, entre las 19:35 y 20:05 horas, por dos vehículos Pick-up, de donde descendieron seis personas armadas, quienes los amagaron.

En el video se indicó que a los jóvenes se los llevaron a una casa de seguridad donde los criminales realizaban torturas e interrogatorios. Ahí golpearon a uno de los estudiantes que murió, y mataron a los otros dos; también en ese inmueble se encontraron rastros de sangre de Díaz.

De ahí los habrían trasladado a una tercera casa, donde localizaron ácido sulfúrico, que utilizan estos grupos para disolver los cuerpos de personas; también se encontraron dos armas de fuego de utilería.

 

 

 

JNO