Hoy la nota la dará el lector con sus conclusiones.

Vayamos al planteamiento.

Como reportero, escucho una pregunta recurrente:

-¿Qué tipo de democracia tenemos en México?

Con datos obtenidos en decenios de observación informativa, hago una reflexión muy primaria:

En un país de altísimo desarrollo político y con tradición de honrar la voluntad popular, es común ver a varios prospectos en pos del poder con magníficas propuestas de gobernanza y desarrollo.

Su variedad e impacto hacen difícil a la ciudadanía por quién optar, pues ellos y sus partidos tienen ideas atractivas, viables, sin demagogia ni manipulación.

Así crecen las naciones.

Aunque, es obvio hacer excepciones, el mundo transita una época de sorpresas como la inexplicable elección de Donald Trump, de graves consecuencias mundiales.

O los nacionalismos y avances de la ultraderecha en Europa.

LA DISYUNTIVA DEL MENOS DAÑINO

En una democracia de nivel medio las expectativas son menores.

En esos países los votantes dudan, pero encuentran candidatos medianamente atractivos y su disyuntiva es votar al menos malo.

A pesar de las crisis y los populismos latinoamericanos, en el subcontinente encontramos ejemplos de este modelo y acaso el mejor sea Mauricio Macri en Argentina.

Pero en una democracia de peor grado, el elector llega a la urna con un desencanto inevitable: sufragar por quien haga menos daño a su país, por el menos demagogo o el menos populista.

En ese nivel inferior están Venezuela y Nicaragua, cuyos mandatarios Nicolás Maduro y Daniel Ortega no dan opción a su pueblo.

Viven el chavismo sin Hugo Chávez, como Cuba se encamina hacia un casticismo sin Fidel Castro.

Como este texto se elaboró antes del debate de anoche entre los candidatos presidenciabes, viene la respuesta del lector:

-¿Qué tipo de democracia tiene México a la luz de las propuestas, descalificaciones, ideas e incoherencias de nuestros cinco prospectos?

O:

-¿Si al final vamos hacia una elección del menos dañino para la nación?

MORENA VA VS. REFORMA LABORAL

1. A Napoleón Gómez Urrutia no le preocupan las acusaciones.

Está seguro de llegar al Senado y ya prepara una larga agenda, cuyo primer paso es abolir la reforma laboral aprobada a principios del actual sexenio.

Luego va por leyes reglamentarias para acabar con los subterfugios para contratos de protección y sindicatos blancos.

2. Lo advertimos aquí hace varias semanas:

La poblana BUAP dilapidaría más de 30 millones de dólares por el mal manejo de su equipo Lobos.

No podía ser de otra manera si el rector Alfonzo Esparza ni siquiera organizó la celebración cuando hace un año lograron el ascenso.

Encomendó a su hija viajera Luza el manejo del equipo pero, refieren los jugadores, ni siquiera el entrenador del ascenso, Rafael Puente hijo, tenía derecho de audiencia.

3. Alguien debiera registrar el planteamiento del senador chiapaneco Luis Armando Melgar, quien pide blindar las zonas económicas especiales.

Los frutos ya se ven en Chiapas con agroindustrias, empresas de autopartes, pulpa, papel y proyectos electrónicos.

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