Foto: Twitter @ReporTorres Postura. El vocero de Seguridad de Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, calificó como prematuro señalar qué grupo delictivo es el autor de ambas emboscadas.  

Las dos emboscadas que se registraron en Zihuatanejo y Petatlán, Guerrero, dejaron como saldo 16 muertos, entre ellos 10 presuntos criminales abatidos y seis policías ejecutados con el tiro de gracia; además de un agente ministerial lesionado.

De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado, la primera emboscada se efectuó en la comunidad de Coacoyul, cuando personal de la Policía Estatal, a bordo de dos unidades patrulla, fueron agredidos por alrededor de 20 sujetos que portaban armas largas y cortas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, al cruzar por un paraje rústico conocido como La Quebradora.

Al repeler la agresión, quedaron abatidos en el lugar tres sicarios que portaban fusiles AK-47; el resto se dispersó entre las elevaciones aledañas, desde donde continuaron agrediendo por más de una hora al personal policial.

Posteriormente arribaron elementos de la Policía Federal, Policía Investigadora Ministerial, Ejército y Marina Armada de México, quienes implementaron un operativo conjunto para asegurar a los supuestos criminales.

Sin embargo, al resistirse al arresto y abrir fuego en contra de los uniformados, fueron abatidos siete delincuentes más, logrando darse a la fuga el resto y resultando lesionado un policía ministerial.

El segundo hecho ocurrió sobre la carretera que comunica a la comunidad de Tondonicua, municipio de Petatlán.
En esta zona fueron emboscados seis uniformados que regresaban luego de brindar un servicio de medidas cautelares familias radicadas en una comunidad serrana.

Según el reporte, un grupo indeterminado de sujetos armados ultimaron a los efectivos, les propinaron el tiro de gracia a cada uno y se llevaron el armamento de cargo que portaban.

La dependencia estatal lamentó la pérdida de los efectivos y reiteró su compromiso de seguir protegiendo a la sociedad y no dejarla a merced de los grupos delincuenciales.

“Hechos como estos nos lastiman y nos indignan, pero a la vez nos motivan a seguir trabajando con toda la dedicación y profesionalismo, para que el esfuerzo de nuestros compañeros caídos en el cumplimiento del deber no quede en vano”, detalló.

 

 

JNO