Foto: Especial Pacientes. El Hospital Militar de Especialidades de la Mujer realiza 16 cirugías mensuales a mujeres cuyo embarazo se ha complicado debido a diversos factores  

El Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología, que atiende a derechohabientes del Ejército, sólo ha registrado cuatro muertes por cesáreas desde hace 18 años, debido a que se caracteriza por realizar partos humanizados donde la paciente tiene un proceso más apegado a lo natural.

Cada mes, el hospital efectúa, en promedio, 16 cirugías por embarazos de alto riesgo, lo que se traduce en aproximadamente 200 cirugías anuales.

Los embarazos de alto riesgo comúnmente ocurren cuando la paciente es una adolescente o cuenta con más de 35 años de edad, ha tenido una cesárea previa, malformaciones congénitas, hemorragias en la segunda mitad del embarazo, diabetes, hipertensión, cardiopatía, neuropatía o cuenta con muerte fetal.

“(En 18 años) hemos tenido cuatro muertes por cesáreas y 21 decesos que corresponden a diversas causas como preeclampsia, hemorragia obstétrica… pero no se ha registrado ningún caso de muerte materna durante el parto (natural)”, informó el mayor médico cirujano Luis Francisco García Hernández, jefe de la Sección de Embarazo Complicado.

Explicó que, en primer lugar, la paciente llega al cuarto combinado, que consiste en una cama, una cuna y regadera; aclaró que cuenta con toda la privacidad para un parto y nunca se le quita él recién nacido a la mamá, siempre y cuando no exista alguna complicación.

“Puede ser que tenga su parto sentada, en la regadera, parada, acostada y, sobre todo, no nos llevamos al bebé cuando nace, lo reanimamos y la mamá nos ayuda e inicia la lactancia, para que no sienta la transición de esa separación”, explicó.

“Nuestras lámparas nos permiten hacer la revisión y atención del parto sin mayor problema y se puede apagar la luz cuando nace él bebe, para que no tenga la transición de la oscuridad a la luz total, ya que la luz de la lámpara se queda en el punto exacto del recién nacido; la cama nos permite tener varias posiciones. Tenemos 13 cuartos y uno con tina”, refirió.

Recordó que solamente dos veces han tenido ocupados los 14 cuartos combinados, y añadió que las pacientes permanecen de una hora a dos en ese lugar y después son trasferidas a la sala de alojamiento conjunto, donde la madre puede seguir con su bebé, ya que el desapego nunca se da.

“La paciente está en su cama y tiene a su bebé; además, cuenta con una cuna. Hay casos que es su primer hijo y la enfermera les enseña como bañarlos”, explicó García Hernández.

Abundó que en el caso de las personas a las que se les efectúa una cesárea, ahí los recién nacidos sí son trasladados a un cunero, debido a que la madre no está en condiciones de cuidarlo, a diferencia de una paciente con un parto normal, quien sí puede hacerse cargo de su recién nacido.

“Supongamos que una paciente tiene una complicación, se tiene acceso a un quirófano en menos de cinco minutos; todos los cuartos tienen un pasillo central y entramos con la camilla. Siempre se tiene un quirófano preparado para una emergencia, tenemos tres quirófanos de obstetricia y solamente utilizamos dos, pero siempre está un tercero para una urgencia”, expuso el médico.

Xavier Rodríguez

 

 

 

JNO