Hace poco más de seis años, la empresa Broxel incursionó en el mercado bancario mexicano a través del sector financiero y tecnológico denominado Fintech. En seis años logró el sueño de cualquier compañía: pasar de cinco empleados a tener actualmente una nómina de miles.

Para muchos empresarios, el crecimiento de Broxel ha sido el milagro mexicano y actualmente se vende como una empresa bancaria que desarrolló un ecosistema en el que ofrece una tarjeta física o virtual que se otorga “en segundos”, una página web en la que se puede consultar saldo y movimientos y un sinnúmero de movimientos.

Pero lo interesante en esos seis años han sido los diversos contratos que Broxel ha conseguido de la noche a la mañana con dependencias del Gobierno federal, con algunos estados, entre ellos el del Gobierno de la Ciudad de México y Oaxaca.

Contratos que a la fecha no han querido transparentar dependencias como el Infonavit, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México o el propio Sistema de Transporte Colectivo, Metro.

Bajo estos contratos, Broxel logró crecer en cifra de tarjetas y sobre todo en número de usuarios que han descargado (obligados por las dependencias gubernamentales) la aplicación. Usuarios que, por cierto, conocen de su relación con Broxel semanas o meses después de haber realizado trámites; un ejemplo de ellos es el Infonavit.

Y es que resulta que cuando un trabajador tramita ante el Infonavit un crédito hipotecario o para el mejoramiento de las casas o departamentos no sólo ejerce su crédito con el Infonavit, sino que se hace cliente y adquiere un contrato automático con Broxel sin saberlo y sin haberlo solicitado.

Esto ocurre con los préstamos que se dan bajo el esquema de Mejoravit o Hipoteca Verde, en los cuales el Infonavit otorga un crédito y sólo le dice al trabajador que tiene que bajar una aplicación, en la cual Broxel otorgará una tarjeta virtual mediante la que se dispondrá del crédito otorgado y sólo se podrá usarlo con los proveedores previamente acreditados con Broxel.

El problema es que, de acuerdo con varios usuarios, bajar la aplicación de Broxel para este tipo de créditos puede ser toda una odisea y el dinero estaría en las arcas de Broxel sin usarse hasta por seis meses.

Muchas son las dudas: ¿qué pasa con los intereses que se generan por todas y cada una de las cuentas que retiene Broxel a los trabajadores del Infonavit?, ¿el dinero que no se usa se queda en Broxel o se devuelve al Infonavit?, ¿por qué no se toma en cuenta o notifica al trabajador de la relación con esta empresa?

Pero el problema va más allá, viendo uno de los contratos entre el Infonavit y un trabajador que solicitó el programa Mejoravit , antes Mejora tu casa, se puede observar que Broxel será el que vigile que el trabajador use “adecuadamente” su crédito y, por lo tanto, sólo pueda comprar en los comercios y proveedores autorizados por el propio Broxel.

¿Pero qué pasa en caso de fraude, clonación, dolo o mala fe? Pues sencillo. Broxel no se hace responsable y, por lo tanto, se acusa a los proveedores o comercios como “los únicos con todas las responsabilidades civiles, mercantiles, penales y fiscales que pudiesen resultar en caso de incurrir en delitos de fraude, así como el de robo de identidad o en cualquier otro delito o incumplimiento legal y en todos aquellos casos en los que actúe con dolo o mala fe por parte del comercio o sus empleados”. Broxel es un misterio, y sus contratos y métodos, aún más…
Twitter: @osdtagle

JNO

One reply on “Los extraños contratos de Broxel…”

  1. justo me acaban de cambiar las tarjetas de vales. por broxel… al registrarme… “el correo ya esta utlizado” wtf.. jaja reestablesco la contraseña y me sale mi tarjeta de vale verde!!! por 50 mil pesos que nunca pedi!!! que no voy a usar y que me estan cobrando intereses….que es broxel seguro un cuate de alguien del Infonavit… que se la pasar robandose el dinero… por 1 año esos 50 mil pesitos ya me cobraron 5mil de intereses.. si lo usas te ensartas un refrigerador del triple de precio….. ROBO total esa cosa

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