Tan poco sorpresivo como que esté en la última convocatoria previa al Mundial, lo es que Rodolfo Pizarro ahora sea pretendido por equipos europeos.

Sorpresivo sí ha sido que Juan Carlos Osorio demorara tanto en subirlo al primer escalafón del Tricolor. Ausente tanto del plantel que acudió a la Copa América Centenario en 2016 como del que fue a la Confederaciones 2017, ambos muy similares al que será integrado para Rusia 2018, finalmente parece valorarse a un mediocampista de condiciones por demás atípicas en el futbol mexicano.

Con personalidad desde que debutó siendo un adolescente, potente, hábil, inteligente, lo mismo adecuado para apretar que para crear, tan proclive a anotar goles como para la marca, resultaba inexplicable que Pizarro fuera tan poco recurrido por Osorio para los momentos cumbre de su gestión.

Más allá de su fractura en Río 2016, tras la que recuperó su mejor forma en poco tiempo, no ha existido otra razón para su ausencia que el militar en la Liga Mx y no en Europa. Viendo el común de los llamados de Osorio en fecha FIFA, podemos dar por hecho que incluso con nula participación en algún equipo humilde del viejo continente, el hoy volante chiva sería fijo en el plantel mexicano de ya haber emigrado.

Como sea, justo en la semana que le ve aparecer entre los estelares, se da a conocer la posibilidad de su salto a Europa. No sólo justo, sino merecido. Destacar en el reguero de ansiedad que ha sido el Guadalajara en los últimos dos torneos, no ha sido fácil, y Pizarro continúa haciéndolo.

En los nudos gordianos que Osorio mantiene para su media cancha, la llave puede estar en él. Partimos de la premisa de que Andrés Guardado y Héctor Herrera son intocables en esa zona. Suponemos que Diego Reyes será eventualmente habilitado como contención en detrimento de un especialista. Desconocemos la plenitud con que pueda llegar Jonathan Dos Santos, titular durante la Confederaciones previa al exilio en la MLS. Dicho lo anterior, queda por comprender cuántos y cuáles delanteros utiliza.

Sin embargo, ante un rival como Alemania luce suicida limitarse a tres mediocampistas y alguien como Pizarro (en pulmón, músculo, intuición, presencia, verticalidad, salida) podría resolver demasiados problemas al seleccionador.

¿De la no convocatoria a un rol de relevancia en pleno Mundial? No sería la primera vez, ni con Osorio ni con sus antecesores.

Para lo que sea que se busque en él, Rodolfo Pizarro tiene que estar entre los 23. Tanto, como que tiene que jugar en las grandes ligas europeas.

Twitter/albertolati

JNO

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