Foto: Cuartoscuro De acuerdo con la encuesta Origen - Destino del INEGI, el taxi es la tercera opción más usada por los capitalinos  

¿Te ha pasado que cuando te subes a un taxi, aún tomando la misma ruta de todos los días, con el mismo tiempo y el mismo tráfico, la tarifa es más alta? Muchos hemos vivido esta desagradable experiencia y es que hay cifras que apuntan que hasta un 30% de los obsoletos taxímetros análogos y mecánicos de la Ciudad de México están alterados. Si lo multiplicamos por los 1.64 millones de viajes que, en promedio, se realizan al día en la zona metropolitana, según datos del INEGI, estamos hablando de hasta 4 mil millones de pesos de pérdida anuales para los usuarios de este tipo de transporte.

 

Los taxímetros piratas no son noticia para nadie. Todos sabemos de su existencia y a veces lo único que nos queda es esperar a que no nos toque uno a la hora de abordar una unidad. Sin embargo, al ser la Ciudad de México una de las urbes con mayor densidad de taxis en el mundo, con aproximadamente 138,000 unidades registradas ante la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (Semovi) y únicamente superada por Nueva Delhi, el problema y las pérdidas ocasionadas por los taxímetros alterados se vuelven un problema del cual debemos preocuparnos.

 

El problema es aún mayor cuando vemos que el taxi es la tercera opción más usada por los citadinos para transportarse, de acuerdo con la última encuesta Origen – Destino del INEGI, ocupando el 8.8 por ciento de la movilidad de la urbe.

 

Existen diversos “trucos” para detectar si un taxi es pirata o no, pero ¿quién sabe cuándo se ha trasladado exactamente 250 metros para saber si el taxímetro está avanzando con mayor velocidad? Podemos conocer de memoria el precio del banderazo o que el taxímetro debe avanzar cada 45 segundos, pero todo esto no es suficiente para protegernos a la hora de viajar.

 

Esta realidad tiene un impacto directo en los bolsillos de los usuarios. Las múltiples compañías, concesionarias, gremios y hasta aplicaciones de celular, mantienen precios distintos por el inicio del viaje y su continuidad, generando un sentimiento de desconfianza para el usuario al no saber cuánto le va a costar llegar a su destino.

 

Por todo esto, es momento de que los taxis cuenten con una plataforma tecnológica de avanzada, con un sistema de medición y cobro homologado y normado e inalterable, en beneficio de todos los usuarios que utilizamos este tipo de transporte y con la finalidad de contribuir a transformar a la Ciudad de México en una ciudad con una movilidad ordenada, segura y vanguardista.

 

fahl