Foto: Twitter CIENTÍFICO ESPECIAL. Stephen Hawking fue el creador de la teoría del Big Bang y estudioso de los agujeros negros  

LONDRES.- El brillante físico Stephen Hawking falleció a los 76 años en su casa de Cambridge, informó su familia en un comunicado emitido la madrugada del miércoles.

El físico teórico, astrofísicocosmólogo y divulgador científico pasará a la historia, entre otros méritos, como creador de la teoría del Big Bang, término con el que se refirió al origen del espacio y el tiempo, pero también fue un estudioso de los agujeros negros que, según expuso, no son completamente negros ya que emiten radiación.

Fue autor de varios libros, entre ellos Breve historia del tiempo: del Big Bang a los agujeros negros, de 1988, donde recoge buena parte de sus descubrimientos y teorías, y ha tenido ventas superiores a los 25 millones de ejemplares.

“Estamos profundamente tristes de que nuestro amado padre haya fallecido hoy. Fue un gran científico y un hombre extraordinario, cuyo trabajo y legado perdurarán por muchos años”, señalaron sus hijos, Lucy, Robert y Tim, según refirieron medios británicos. Sus familiares elogiaron su “coraje y persistencia” y dijeron que su “brillantez y humor” inspiraron a personas de todo el mundo, señaló la BBC.

Hawking era miembro de la Real Sociedad de Londres, de la Academia Pontificia de las Ciencias y de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Fue titular de la Cátedra Lucasiana de Matemáticas de la Universidad de Cambridge desde 1979 hasta su jubilación, en 2009.

Entre las numerosas distinciones que le fueron concedidas recibió 12 doctorados honoris causa y fue galardonado con la Orden del Imperio Británico (grado CBE) en 1982 y el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1989.

Stephen Hawking padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad que le diagnosticaron a los 21 años de edad y que no le impidió mantener su alta actividad científica y pública.

Los médicos le pronosticaron que no viviría más de dos o tres años (tiempo de supervivencia normal de la enfermedad), pero por motivos desconocidos es de las pocas personas que sobrevivió muchos más años, pese al progresivo avance de la discapacidad. Sentado en una silla de ruedas, desde 2005, sólo podía comunicarse moviendo un músculo bajo su ojo con el que accionaba un sintetizador de voz.

JNO