La alimentación y el ejercicio físico se suelen considerar la base de una salud de hierro. Pero, ¿qué hay del cerebro? El centro de operaciones del cuerpo necesita tanto o más mantenimiento que los músculos, especialmente en edades avanzadas y para cuidarlo como merece ha nacido el fitness mental.

 

Ni “crossfit” ni “mindfulness”, el nuevo ejercicio se llama fitness mental

 

Cada sesión de fitness mental comienza con un buen calentamiento, preferiblemente aeróbico. A continuación, se empieza a trabajar con fichas cognitivas como las que se emplean en el tratamiento de enfermedades como el Alzheimer, orientadas a ejercitar la memoria, el lenguaje, la concentración, la creatividad y un largo etcétera.

 

Después se practica “una disciplina de corrección postural donde se trabaje la musculatura de manera equilibrada”, como puede ser pilates, yoga, taichi o ballet clásico, entre otras. Una nueva fase de estimulación cognitiva, una sesión de fuerza y, finalmente, una última estimulación con juegos, rompecabezas, puzzles o cualquier otro ejercicio original, para acabar la clase con la mente contenta.

 

La teoría deportiva de González cuenta con el aval de Pedro Luis Guardado y Laura Pleguezuelos, quienes remarcan la importancia de la “gimnasia cerebral” para frenar el deterioro cognitivo, que en condiciones normales empieza a partir de los 30 años con la pérdida progresiva de memoria.

 

Llevar un estilo de vida saludable es fundamental para que “las enfermedades que llevamos en nuestra carga genética lleguen a manifestarse o no”, explica Guardado, quien asegura que ese estilo de vida no solo debe incluir ejercicio físico y dieta mediterránea, sino también actividades cognitivas.

 

Las clases de estiramientos y “espalda sana” tienen un fuerte competidor, el fitness mental, con el que cuidar la mente tanto como el cuerpo, justo cuando más se necesita.

 

aarl