Ningún hilo negro, ninguna gran revelación: que al Club Guadalajara le faltan jugadores de peso, como afirmó el jueves Alan Pulido, no es novedad.

Novedad sí fue que con esas mismas limitantes lograra coronarse menos de un año atrás. Novedad sí fue que entonces le bastara con lo poco de máxima calidad que hay disponible para comprar.

Carece de sentido el debate respecto a lo que le falta al Rebaño, porque es evidente. Más bien, habrá de procederse a reflexionar por qué es así: primero, por esa centenaria filosofía que ninguno (o casi ninguno) de sus aficionados estaría dispuesto a cambiar por más títulos; segundo, porque hoy los mayores talentos alineables por Chivas, militan en el extranjero (¿se imaginan el once rojiblanco con Héctor Moreno, Héctor Herrera y Javier Hernández?); tercero, porque los mejores futbolistas mexicanos que han optado por continuar en nuestra liga, no están disponibles ni bajo cifras absurdas: Javier Aquino, Oribe Peralta, Néstor Araujo, Víctor Guzmán, Elías Hernández; a eso debe añadirse que la Major League Soccer supone ya un gran rival para adueñarse de los escasos seleccionados tricolores dispuestos a dejar el viejo continente.

Así que para el Guadalajara quedan otros caminos: invertir más y mejor en generación de talentos, para evitarse tener que comprarlos por cifras descomunales o para no depender de la bonhomía de directivas ajenas; corregir su organigrama, ajeno en su simpleza a lo que el futbol actual exige; combatir las individualidades ajenas con un gran bloque que logre aprovechar cuanto genere de ocasiones (algo muy distante a la actualidad del equipo); y, sobre todo, dejarse de fijar en lo que no hay, porque, lo haga Pulido o el propio Matías Almeyda, es evidente que en adelante mucho más no habrá.

Salvo por la salida del “Gallito” Vázquez, desde fuera inentendible, el Guadalajara dispone hoy de uno de los mejores listados de futbolistas en épocas recientes. Cota, Alanís, Pereira, Aris Hernández, Orbelín, Pizarro, Brizuela, Pulido, tendrían que ser argumentos suficientes para estar en toda Liguilla. Plantel que, incluso con las limitantes a causa de la filosofía y el mercado, es uno de los seis mejores del circuito.

¿Cómo llegó cada uno de ellos al Rebaño? A cambio de tanto dinero como súplicas a la institución vendedora.

Perdido casi en definitiva este certamen, la única opción radica en la Conca-Champions que tan mal se jugó en la ida. Todas las prioridades habrán de enfocarse en remontar, porque con el peso de los que están basta y sobra para hacerlo.

¿O habremos de resignarnos a que la realidad chiva tampoco alcanza para eso?

Twitter/albertolati

JNO

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