La Justicia alemana abrió ayer la puerta a que las ciudades, por razones medioambientales, prohíban circular a los vehículos diésel más contaminantes, una sentencia aplaudida por los ecologistas y que el Gobierno de Berlín trataba de evitar.

El Tribunal Superior de lo Contencioso-administrativo consideró ayer en dos sentencias sobre los casos de Stuttgart y Düsseldorf que las ciudades, para garantizar que se respeten los límites de contaminación atmosférica, pueden tomar esa medida sin esperar a una ley nacional o a un posicionamiento del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE).

El fallo, que podría afectar hasta a vehículos diésel con el estándar comunitario “Euro 5“, comprados hace pocos años, subraya que las medidas que se tomen deben ser en todo caso “proporcionadas”.

Además, el tribunal prevé excepciones en cualquier prohibición -para trabajadores manuales o servicios de emergencias, por ejemplo- y descarta compensaciones para los damnificados por una medida de este tipo.

La sentencia tiene una enorme repercusión en Alemania pues afecta a ciudades, “Länder” y al Estado federal y a particulares y empresas que utilizan vehículos diésel, y pone de nuevo en la diana al sector del motor, el primer exportador del país, que podría tener que afrontar nuevas demandas para modificar los motores diésel, tras el escándalo del fraude en las emisiones.

En Italia, la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, informó de que prohibirá la circulación de automóviles diésel en el centro de la capital italiana a partir de 2024, una medida con la que pretende contribuir a la protección del medioambiente.

La alcaldesa informó en su perfil de Facebook de que esta decisión busca frenar el avance del cambio climático, que está modificando los hábitos de vida de las sociedades actuales.

“Nuestras ciudades corren el riesgo de enfrentar desafíos inesperados. Asistimos cada vez más a fenómenos extremos: sequía por largos períodos (…), precipitaciones que en un día pueden dejar las lluvias de un mes entero o incluso nevadas inusuales de bajo nivel como las que actualmente se suceden en Italia”, subrayó.

La medida anunciada por Raggi es similar a las propuestas que se aplicarán en otras ciudades como Madrid, donde la alcaldesa, Manuela Carmena, ha asegurado que no dejará circular a los coches diésel contaminantes en la capital a partir de 2020.

JNO