El próximo Gobierno, independientemente de quien gane la elección de junio próximo, iniciará con inversiones garantizadas de 148.9 mil millones de dólares, un nivel no visto en varias administraciones y que sumadas al resultado de otras reformas estructurales, podría propiciar una expansión del PIB de 3.5% a 4.0%, desde un nivel actual de 2.3%.

 

“La reforma energética podría adicionar hasta 50% de la Inversión Extranjera Directa en los próximos cinco años”, destacó Carlos Ponce, director general Adjunto de Análisis y Estrategia del Grupo Financiero B×+.

 

Al presentar sus expectativas, destacó que el grado de aceptación de las rondas petrolera ha ido de menos a más. En la 1.1 se esperaba la adjudicación de 40% de los bloques ofrecidos, pero al final se concretó sólo 14%; para la última, la 2.4 celebrada en enero pasado, se anticipaba una colocación de 30% y al final se asignó 70%, lo que significa inversiones por 93 mil millones de dólares.

 

Sin embargo, anticipó que la primera mitad del año estará dominada por la incertidumbre electoral que, tal como ha ocurrido en las dos elecciones previas, se reflejará principalmente en el mercado cambiario, mientras que para el segundo semestre, independientemente de quien gane, se espera un desempeño económico positivo.

 

Con base en los escenarios de las dos elecciones anteriores, con el mismo candidato, mercado y participantes, se espera que el mercado reviva esos temores ante un posible cambio de modelo, lo cual empezará a materializarse a partir de abril o mayo con una elevada alta volatilidad que lleve a una depreciación del peso frente al dólar cercana a 8.0%”, dijo por su parte Mariana Ramírez, gerente de Análisis Económico del grupo financiero.

 

En su opinión, los temores de los inversionistas en caso de un triunfo de Andrés Manuel López Obrador son un aumento en el gasto público sin nuevos impuestos, un mayor consumo que impacte en la inflación que todavía se mantiene alta y una posible desaceleración económica al final de su Gobierno.

 

Aclaró sin embargo que existen factores a considerar en este escenario como el hecho de que el partido Morena no tendría mayoría en el Congreso, lo que haría difícil revertir las reformas estructurales. Además, dijo, las razones para no cancelar el proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México son sólidas, como la actual saturación de la terminal y el avance de las obras, que en diciembre próximo, cuando toma posesión la nueva administración, estaría en 50%.

 

José Ángel Epinosa

 

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