WASHINGTON.- Microsoft y el Gobierno de Donald Trump se enfrentaron ayer en el Tribunal Supremo de Estados Unidos en un caso que podría delimitar cuáles son las fronteras de Internet y qué poder tiene Washington para acceder a correos electrónicos almacenados en el extranjero.

El alto tribunal celebró ayer una audiencia de una hora para evaluar el caso, cuya sentencia no se conocerá hasta junio.

Los jueces se mostraron divididos sobre cómo resolver la batalla que enfrenta a Microsoft y al Gobierno estadounidense, quien quiere que las compañías tecnológicas establecidas en ese país le permitan acceder a correos electrónicos almacenados en servidores en otros países.

Dos de los nueve jueces, John Roberts y Samuel Alito, ambos conservadores, se mostraron a favor de la posición del Gobierno de Trump, mientras que los progresistas Ruth Bader Ginsburg, Stephen Breyer y Sonia Sotomayor cuestionaron la necesidad de que el Tribunal Supremo intervenga.

Estos tres magistrados consideraron que sólo el Congreso tiene poder para mediar en asuntos de importancia internacional y, además, abogaron por esperar a ver qué ocurre con una nueva propuesta de ley llamada Cloud Act (La ley de la nube) que resolvería algunos de los asuntos pendientes en el caso.

“El Gobierno de Estados Unidos está pidiendo a este tribunal que le dé poderes extraordinarios. Sólo el Congreso puede darle ese poder. Estamos hablando de la arquitectura de los proveedores de Internet, del futuro de la red y del consenso internacional sobre soberanía”, explicó Breyer.

Durante la audiencia, el abogado que representa a Microsoft, Joshua Rosenkranz, defendió que la compañía “legítimamente” se negó en 2013 a entregar a fiscales de Estados Unidos unos correos electrónicos ligados a un caso de narcotráfico y que estaban almacenados en un servidor en Dublín (Irlanda).

La empresa rechazó proporcionar esos correos al considerar que eso implicaba la incautación de documentos internacionales y que, de producirse, otros Gobiernos del mundo, como Rusia o Irán, podrían forzar a empresas tecnológicas de Estados Unidos a transferirles información almacenada en territorio estadounidense.

La disputa llegó a los tribunales y, después de sentencias a favor de Microsoft, el Gobierno de Trump interpuso un recurso al considerar que, como la compañía tiene sede en Redmond (en el estado de Washington), puede acceder a los ficheros almacenados en otros países con solo un clic.

LO QUE DEBES SABER
El Gobierno de Estados Unidos, apoyado por una coalición con 33 de los 50 estados del país, defendió que el acceso a la información en el extranjero es vital para investigaciones criminales, incluidas aquellas que implican abusos sexuales a menores y asesinatos.

El caso ha captado una gran atención por parte de las compañías tecnológicas y también de los grupos defensores de la privacidad en Internet, que temen que una sentencia a favor del Gobierno pueda vulnerar los derechos de los internautas y obligarles a abandonar los servicios en Internet.

JNO