El reparto de candidaturas en el Frente no tiene muy contentos ni a panistas ni a perredistas.

El caso más emblemático es el del jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Ángel Mancera, que apareció en el lugar número uno de la lista de candidatos al Senado por la vía plurinominal…, ¡pero del PAN!

Eso provocó que los panistas le pusieran cara, a pesar de que Mancera había sacrificado la posibilidad de disputar la candidatura presidencial a Ricardo Anaya.

Ya en la lista, Mancera daba por sentado que él elegiría a su suplente, para lo cual había contemplado a un hombre de todas sus confianzas, Julio Serna.

Pero, ¡sorpresa!, en el PAN le dijeron que esa posición era para un militante blanquiazul, y que mejor ni le moviera.

Así que Mancera, de sangre negro-amarilla, tendrá un suplente de sangre azul.

En represalia, perdón, en concordancia, Xóchitl Gálvez, número uno en la lista de senadores del PRD por la vía plurinominal, llevará como suplente a un perredista y no a un panista, como debería ser.

¿Hubiera sido mucho rollo que Mancera fuera por el PRD y Gálvez, por el PAN?

Ganas de complicarse la vida.

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El vicecoordinador de los diputados del PRD, Jesús Zambrano, hizo eco de una versión que tiene semanas circulando en los comederos políticos.

Según la versión, Enrique Peña habría decidido “pactar’’ con López Obrador “porque no confía en Anaya’’.

Zambrano dijo que “era evidente’’ que los empeños del PRI y el gobierno para pegarle a Ricardo Anaya partían de un supuesto acuerdo con López Obrador.

“¿Se han preguntado por qué López Obrador no se ha lanzado a condenar todo lo que reveló, por cierto, el SAT –en realidad fue la Auditoría Superior de la Federación– con relación a las gestiones de Rosario Robles? Ha estado muy calladito. Dicen por ahí que ya están también teniendo contactos con estos sectores del PRI para entrar en un esquema de perdón anticipado”, afirmó el perredista en una conferencia en San Lázaro.

¿Será?

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Aunque ayer salieron en la foto en el equipo de José Antonio Meade, los presidentes del Panal y del Verde Ecologista, Luis Castro y Carlos Puente, no tendrán participación en la formulación de las estrategias de campaña.

De hecho, tanto el Panal como el Verde realizarán campañas alternas a las del PRI, es decir, que no irán juntos en promocionales salvo en los casos en los que deberán aparecer los logotipos de los partidos.

La campaña de Meade será responsabilidad de su equipazo, con todo lo bueno o malo que ello signifique.

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Por cierto, en el reparto de candidaturas no le fue mal a Nueva Alianza.

De los 300 distritos electorales federales en disputa, el Panal irá en coalición en 135, pero encabezará 20, con todo y suplentes.

En el caso de los senadores, Nueva Alianza irá en coalición en 16 estados, pero encabezarán cuatro.

Eso, sin resolver aún el caso de Chiapas, que a todo mundo se le ha hecho bolas.

JNO