La violencia en el suburbio sirio de Guta oriental continúa pese a que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el sábado pasado una resolución para implementar un cese al fuego de al menos 30 días en todo el territorio de Siria para brindar ayuda humanitaria.

El vocero de la ONU, Stephane Dujarric, indicó ayer que tanto el organismo como sus socios en el terreno han sido incapaces de movilizar convoyes con ayuda humanitaria dentro de Guta oriental, así como de evacuar heridos.
La resolución aprobada el sábado por unanimidad por el Consejo de Seguridad disponía que el cese al fuego tendría precisamente el propósito de entregar ayuda humanitaria a la población que la necesitara y ofrecer la oportunidad de evacuar heridos y enfermos.

Dujarric precisó que los bombardeos proseguían en ambas direcciones, desde Damasco hacia Guta oriental, un enclave controlado por fuerzas de la oposición, como desde este suburbio hacia la capital siria.

“Naciones Unidas están listas para trasladar convoyes que salvan vidas a Guta oriental, y para evacuar a cientos de víctimas, tan pronto como lo permitan las condiciones de seguridad, pero en la situación actual eso no es posible”, informó Dujarric.

De acuerdo con organismos civiles, la ofensiva militar de los últimos 10 días en Guta oriental ha causado la muerte de cerca de 600 civiles.

Medios locales reportaron ayer que al menos doce personas resultaron heridas por disparos de cohetes desde Guta Oriental, en medio de una pausa humanitaria de cinco horas, auspiciada por Rusia y que se desarrolló entre las 9.00 y las 14.00 horas local.

Las autoridades sirias habilitaron un corredor humanitario para la salida de los civiles que lo deseen de Guta Oriental, pero ningún ciudadano se marchó por el disparo de cohetes por parte de organizaciones terroristas, según la televisión siria.

Se espera que la pausa humanitaria se reanude hoy con la misma duración.

Además, muchas mujeres en Siria han sido víctimas de la explotación sexual por parte de hombres encargados de entregar ayuda en nombre de organizaciones benéficas, según reveló ayer la BBC.

De acuerdo con relatos de trabajadores humanitarios, los hombres responsables han intercambiado alimentos a cambio de favores sexuales, una situación que continúa en el sur de Siria a pesar de que hace tres años se hicieron advertencias, agrega la emisora.

Según la cadena, esos trabajadores han relatado que la explotación está tan extendida que algunas mujeres sirias se niegan a acudir a los centros de distribución de alimentos porque la gente asumiría que se han ofrecido a cambio de la ayuda que llevan a casa.

Un empleado humanitario ha revelado que algunas agencias incluso han llegado a ignorar la situación porque el uso de terceras partes o de funcionarios locales era la única manera de conseguir que la ayuda pudiera llegar a los lugares más peligrosos de Siria.

La emisora británica indica que el Fondo de Población de la ONU (FPNU) realizó el año pasado un análisis sobre la violencia de género en la región y concluyó que la ayuda humanitaria se estaba intercambiando por relaciones sexuales en algunas zonas de Siria.

Xavier Rodríguez

JNO