Reuters  

JERUSALÉN.- El Parlamento israelí aprobó ayer un proyecto de ley que fortalece su control sobre Jerusalén e impide su división, lo que dificulta la posibilidad de ceder el control de partes de la ciudad ante cualquier acuerdo de paz con los palestinos.

Después de varias horas de discusión, la Knesset (Parlamento) aprobó en la madrugada la legislación, patrocinada por la coalición Jewish Home de extrema derecha, que buscaba impedir la entrega de parte de la ciudad a los palestinos.

La enmienda denominada “Jerusalén Unificada”, fue aprobada con 64 votos a favor, 51 en contra y la abstención del legislador MK Ofer Shelah del partido Yesh Atid, quien se oponía al proyecto de ley, según reporte del sitio Ynet News y el Ha’aretz Daily en línea.

El proyecto de ley estipula que serán necesarios al menos dos tercios de los 120 miembros del Parlamento, antes de que Israel pueda ceder el control de cualquier parte de la ciudad sagrada a una entidad extranjera.

Según analista, el proyecto de ley aprobado tiene la intención de dificultar la entrega de la parte oriental de Jerusalén a la Autoridad Palestina (AP), donde busca establecer la capital de un futuro Estado palestino independiente.

La ley “Jerusalén Unificada” era, en realidad, una enmienda a la Ley Básica: Jerusalén, patrocinada por el Ministro de Educación Naftali Bennett, quien saludó la aprobación de la enmienda y dijo que Jerusalén Oriental permanecerá bajo control israelí.

“Hemos asegurado la unidad de Jerusalén. La ley salvaguarda a Jerusalén, cuyo estado no cambiará ahora a menos que se alcance una enorme mayoría de la Knesset. El Monte de los Olivos, la Ciudad Vieja, el Monte del Templo y la Ciudad de David seguirán siendo nuestros. Ningún truco político desgarrará nuestra capital”, indicó Bennett en un mensaje en Twitter.

Con la aprobación de la ley, se modificó un artículo en la Ley Básica, que establece que el territorio municipal de la ciudad no podía ser alterado y será posible eliminar cualquier área de la soberanía de Jerusalén e instaurarla a una autoridad separada, ajena a la soberanía israelí.

Por otra parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó ayer un amago contra Palestina por su negativa a participar en el proceso de paz de Oriente Medio en respuesta a la declaración por parte de Washington de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, e insinuó, vía Twitter, que podría dejar de apoyar económicamente a los palestinos.

 

JMSJ